El gobierno mexicano anunció el jueves una tercera autopsia al cadáver de una joven cuyo cuerpo fue hallado en el depósito de agua de un motel debido a las diferencias que existen entre la necropsia oficial, que sugería la posibilidad de un accidente, y una ordenada por la familia que concluyó que fue agredida sexualmente y asesinada.

Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad Pública federal, indicó durante la conferencia presidencial matutina que una comisión especial había decidido la víspera hacer un “tercer dictamen” para unificar criterios y esclarecer la muerte de la muchacha.

Debanhi Escobar fue vista por última vez con vida la madrugada del 9 de abril cuando un taxista la dejó en una carretera cerca de la ciudad de Monterrey. Su foto, desamparada en medio de la noche, se hizo viral.

Debanhi Susana Escobar Bazaldú
Debanhi Susana Escobar Bazaldú (El Universal / GDA)

El hallazgo de su cuerpo en la cisterna subterránea de un hotel cercano dos semanas después y las irregularidades en la búsqueda e investigación denunciadas por la familia hicieron que el caso -uno entre las muchas desapariciones y feminicidios que hay en México- acaparara gran atención y determinara la intervención del gobierno federal.

La autopsia de las autoridades del estado de Nuevo León, donde está Monterrey, no mencionaba agresión sexual alguna, decía que la causa de la muerte había sido un golpe en la cabeza y dejaba abierta la posibilidad de un accidente al indicar que la joven se había puesto de pie dentro del depósito que se abría en el suelo y que no tenía agua en sus pulmones.

Mejía confirmó que la segunda necropsia -pedida por la familia a peritos independientes- sí habla de una agresión sexual y agregó que indica otra causa de muerte que no detalló. Sin embargo, el padre de la joven, Mario Escobar, aseguró que su hija había sido asesinada.

Desde antes de conocerse la discrepancia entre las autopsias la fiscalía de Nuevo León separó a dos funcionarios a lo que investiga por errores y omisiones.

La nueva autopsia se realizará en la Ciudad de México.

Las irregularidades en los casos de feminicidio han sido habituales durante mucho tiempo en México y como ocurre en otro tipo de asesinatos, la impunidad es muy alta y sólo la insistencia de las familias ha logrado, en algunas ocasiones, llegar a la verdad.

Los casos consignados como feminicidios -asesinatos por motivos de género- han subido de 977 en 2020 a 1.015 en 2021, según datos del gobierno federal, aunque la cifra general de homicidios de mujeres es mucho mayor.