Después de completarse el contrainterrogatorio a Ana Cacho González, la progenitora del pequeño atacado mortalmente la madrugada del 9 de marzo de 2010, Marrero podría pasar a la silla de testigos en la Sala 403 del Centro Judicial de Bayamón.

Marrero fue citado como testigo del Ministerio Público y ha estado presente en el Centro Judicial desde el martes pasado, cuando comenzó la vista preliminar contra Luis Rivera Seijo, alias El Manco, acusado el 8 de marzo por el asesinato de Lorenzo.

Trascendió que Cacho González conoce hace más de 20 años a Marrero y reconoció que su amigo la visitó en su hogar, en la urbanización Dorado del Mar, horas antes de encontrar a su hijo con el rostro ensangrentado en la cama de un cuarto del primer nivel de la casa.

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Marrero figuró entre las personas que llegaron al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Dorado cuando Lorenzo era atendido por médicos que certificaron su muerte la madrugada del 9 de marzo de 2010.

Mario Moczó, el abogado defensor de Rivera Seijo, tiene a cargo el contrainterrogatorio de Cacho González, en agenda al reanudarse le vista en la sala presidida por el juez Carlos G. Salgado Schwarz.

Salgado Schwarz recesó en la tarde del pasado miércoles los trabajos en la Sala 403, después que la fiscal María del Carmen Rodríguez culminó con su interrogatorio cuestionando a Cacho González si sabía quién mató a su hijo. A la pregunta, la testigo respondió: “nunca lo vi”. 

Sobre el desarrollo inicial de la vista, el secretario del Departamento de Justicia, César Miranda, dijo ayer, jueves, que dijo que ha transcurrido según sus expectativas y se mostró confiado de que cuando el proceso judicial culmine mermará el escepticismo de los sectores que ponen en duda que El Manco asesinó al niño.

"Creo que es una oportunidad para que el pueblo de Puerto Rico pueda ver el trasfondo de este caso, la naturaleza de la investigación del mismo, la pulcritud con la que se ha conducido nuestra investigación, el detalle óptimo al que hemos ido para verificar que las teorías que fueron expuestas (en el pasado) no eran validables de forma alguna”, dijo Miranda.

“Hasta este momento, estoy muy satisfecho sobre cómo se ha desenvuelto la vista preliminar. Estamos tranquilos con la acusación que hemos hecho y el desenvolvimiento que hemos dado a esta investigación prolongada por seis años", agregó, poco después de anunciar cambios en la división que se conocía como Registro de la Propiedad.

El titular de Justicia refirmó que se siente "sumamente tranquilo" con la acusación, por entender que se corroboró con prueba científica que, en la madrugada del 9 de marzo de 2010, Rivera Seijo entró a la residencia de Cacho González, en la urbanización Dorado del Mar, con la intención de robar, pero, tras escuchar ruido en el segundo piso de la casa, al salir a prisa, entró por error al cuarto donde dormía Lorenzo, y al percibir que el niño lo observó, lo atacó con un cuchillo que había tomado poco antes en la cocina.

Sobre el escepticismo que prevalece en gran parte de la población, que ha cuestionado de forma creciente el resultado de la investigación que recién condujo a la acusación de El Manco, Miranda insistió en que "se creó una expectativa en el pueblo de Puerto Rico”, al repetirse con insistencia por años teorías que implicaron en el crimen a amigos de Cacho González e incluso a la progenitora del niño.