El Negociado de la Policía de Puerto Rico dio a conocer el plan de tránsito que entró en vigor en la mañana de hoy, lunes, debido al cierre del puente Atirantado en Naranjito, al menos por los próximos 18 meses, según anunciado por la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT).

El plan, que consta de dos fases, tiene como objetivo principal mantener el flujo de tránsito de forma constante en las vías de rodaje que conducen hacia el pueblo de Naranjito, por la carretera PR-167, desde la urbanización Caná.

Se explicó que la primera fase comienza en el horario de 5:30 a.m. a 8:00 a.m. en las principales vías de rodaje de los pueblos de Bayamón, Guaynabo, Cataño, Toa Baja y Dorado.

La segunda cubre el horario de 4:00 p.m. a 7:00 p.m. en las carreteras de Bayamón, Naranjito, y Toa Alta. La demarcación de este plan comenzará desde el semáforo de la urbanización Caná hasta la carretera PR-5 intersección con la PR-164 en el pueblo de Naranjito que conduce a Corozal.

Por su parte, Marco García, ayudante especial del director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación, aclaró que se hizo un cierre parcial del puente porque hay que dar acceso a varias comunidades ubicadas en el área de la urbanización Los Palacios y por eso se mantiene un carril abierto también para los clientes el restaurante Atirantado que está justo al lado.

“O sea, que siempre se deja cierto acceso para que puedan entrar y salir. Se estarán realizando reparaciones en las losas, trabajos en los tensores y (reparaciones) en la PR-5 y la colocación de luminarias. Demolición como tal no, es reparación puente”, detalló García.

Diariamente pasaban por ese acceso 14,000 vehículos.

“El fin es que se abra el puente, ahora mismo como está tenía un carril en cada dirección y con estos trabajos se van a abrir los dos carriles en ambas direcciones, que va a ser mucho mejor el flujo de los vehículos una vez esté abierto, estamos buscando que el impacto sea el menor para la ciudadanía, pero son reparaciones que tenemos que hacer y eventualmente son una mejoría en cuanto al flujo vehicular.

En las siguientes intersecciones policías estatales impartirán el control y dirección del tránsito:

Carretera PR-167 Urbanización Caná

Carretera PR-167 intersección carretera PR-830

Carretera PR-167 intersección con la carretera PR-829 semáforo Builder Supply

Carretera PR-167 intersección carretera PR-829 semáforo Mini Market

Carretera PR-167 semáforo frente al colegio Otoquí

Carretera PR-167 semáforo intersección carretera PR-828

También fueron asignados policías municipales en cada uno de estos semáforos:

Carretera PR-167 semáforo intersección carretera PR-164 y PR-148

Carretera PR-5 semáforo intersección carretera PR-148

Carretera PR-5 semáforo intersección Parque de Bombas

Carretera PR-5 semáforo intersección Entrada del Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Naranjito

Carretera PR-5 semáforo intersección con la PR-825

Carretera PR-5 semáforo intersección entrada del residencial Candelario Torres

Carretera PR-5 intersección carretera PR-164

Además, se asignaron a cuatro motociclistas que mantendrán monitoreando su demarcación y trabajarán con los accidentes de auto, o cualquier otra situación, que pueda ocurrir y que cree problemas con el fluir del tránsito.

Un motociclista estatal y un motociclista municipal estarán distribuidos en la carretera PR-167 desde la urbanización Caná hasta el negocio El Gran Tali y de la PR-167 intersección con la PR-164.

“Exhortamos a todos los conductores a seguir las leyes de tránsito y viajar con todos sus documentos, marbete y licencia vigentes. También a respetar a nuestros agentes del Orden Público que estarán laborando durante este plan de trabajo mostrando su empatía y cordialidad, con los mismos”, concluyó el Comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa en declaraciones escritas.

La clausura del puente Atirantado de Naranjito da inicio a su acondicionamiento y corrección de fallas estructurales, tras inaugurarse con múltiples deficiencias en el año 2008. El puente presenta ondulaciones de hasta 21 centímetros en la superficie de la estructura, provocando vibraciones e impactos de peso excesivos en sus cables al transitar vehículos y camiones. De igual manera, una investigación de El Nuevo Día reveló el uso de cartón para tapar huecos que debían contener concreto. Para corregir estas y otras deficiencias se necesita un presupuesto de $26 millones.