Ponce. Durante el juicio contra el ex agente Guarionex Candelario Rivera, imputado por el asesinato de tres policías, salieron a relucir manifestaciones amenazantes que supuestamente hizo el acusado en prisión.

La información se divulgó entre miércoles y jueves de la semana pasada, en ausencia del jurado, bajo la regla 109 de evidencia, durante los testimonios del siquiatra Víctor Santiago Noa, quien fungió como perito de los abogados para establecer una defensa de incapacidad mental, y de su colega Raúl López Menéndez, perito de refutación de la fiscalía.

El 9 febrero, la siquiatra Lydia Fernández Abalde, del Centro Médico Correccional, hizo constar que el acusado quería ser trasladado a Las Cucharas en Ponce y “dijo que mataría a cualquiera con un lápiz espetándoselo en el cuello”. 

“Ya maté a tres, ya estoy aquí”, fue la frase que le atribuyó la doctora al imputado.

También se mencionó que en julio, cuando ya estaba sumariado en Ponce, Candelario Rivera amenazó a la jueza Carmen Otero Ferreiras en una carta con su puño y letra donde pidió su inhibición.

López Menéndez dijo que en esa carta el imputado “amenazó con agredir a su señoría (la jueza), de no inhibirse”. 

El siquiatra comentó que ello le permitió concluir que Candelario Rivera “tiene tendencias manipulativas”, “tiende a no aceptar las decisiones de otros”, y que tiene “tendencias antisociales, trata de manipular el sistema y si las cosas no le salen bien se torna violento”.

Por otra parte, en el expediente del Centro Médico Correccional también consta que el 26 febrero, Candelario Rivera señaló: “No puedo dar vuelta atrás a lo que pasó. Eran compañeros de trabajo, me da pena, pero la vida cambia en tres segundos. Tuve que defender mi vida, soy evangelista y no puedo mentir”. 

Esa declaración pasó al jurado, pero la jueza eliminó la frase final porque el fiscal Idelfonso Torres la leyó sin que hubiese sido autorizada por ella.

El juicio continúa hoy.