La ex directora del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Yocasta Brugal, refutó la teoría del patólogo forense Carlos Chávez cuando afirmó que el asesinato de Georgina Ortiz Ortiz se produjo desde su espalda por una persona zurda y no de frente.

También señaló que el cuchillo ocupado en la escena del crimen no pudo ser el arma homicida ya que no tenía material genético en sus pequeñas ranuras del lado donde dice la marca, mientras que un arma más pequeña podía producir una herida compatible.

Brugal, quien ha realizado en su carrera más de 5,000 autopsias, el doble de Chávez, afirmó que el cuello de la víctima debía estar derecho o estirado hacia atrás para tener una herida tan "limpia" en sus bordes y de lo contrario, con la flacidez natural del cuello, hubiese quedado un corte muy irregular.

En su testimonio hace unos días, Chávez no dijo si probó el arma homicida en un pedazo de carne como Brugal describió se hacía cuando ella estaba a cargo del ICF para poder comparar y sin duda alguna establecer que fue el mismo cuchillo.

"No me parece probable que esta sea el arma", que se usó para matar a Georgina, declaró la ex cirujana y patóloga forense.

También descartó que la herida se haya realizado utilizando dos dedos en la hoja del cuchillo que es donde están las dos huellas más claras, una de ella presumiblemente de la acusada Aida de los Santos Pineda.

De los Santos era la empleada doméstica de Georgina y de su esposo, el ex juez del Tribunal Supremo, Carlos Irizarry Yunqué.