La secretaria del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), Ana I. Escobar, reveló que el confinado Miguel A. Ocasio Santiago, de 41 años, imputado por el crimen de su expareja Andrea Ruiz Costas, no mostró indicios de que tuviera intenciones de privarse de la vida.

Durante una ronda rutinaria, a eso de las 9:25 p.m. de ayer, domingo, un oficial de corrección lo encontró pendiendo con una soga que hizo con tiras de su sábana, atada al cuello y al barrote de la ventana de su celda localizada en el edificio 6, sección B, celda 8 de la institución Anexo 292, de Máxima Seguridad, del complejo correccional de Bayamón.

“Si una persona no presenta ideación suicida y de momento toma esa determinación de privarse de la vida son cosas que a veces se puede prevenir y algunas veces lamentablemente tienen este resultado y no se pudo prevenir que esto iba a estar ocurriendo en un momento dado”, expresó la funcionaria.

Su muerte fue certificada por el personal del área médica. La División de Homicidios de Bayamón investiga la muerte como un suicidio, pero se esperan por los resultados de la autopsia.

En el caso de que se hubiese detectado algún tipo de conducta o amenaza en contra de su vida, el protocolo establece que se debe asignar vigilancia directa en varios turnos frente a su celda las 24 horas del día, pero se decidió asignarlo esa sección donde estaba solo, por su protección debido al a notoriedad del caso.

“Pero como no teníamos amenazas, simplemente era una situación que nosotros tomamos esas medidas para prevenir que precisamente ocurriera algún tipo de situación contra él por parte de otros confinados, pues lo que hicimos fue ubicarlo en esa institución. Si él hubiese presentado alguna ideación suicida, entonces lo hubiéramos llevado al Centro Médico Correccional de inmediato porque la institución está sumamente cerca”, sostuvo la secretaria del DCR.

El occiso ingresó al Sistema Correccional el 1 de mayo y el 16 de julio fue ubicado en esa institución y por recomendación médica se le recetaron medicamentos.

“Este joven había recibido tratamiento psiquiátrico en dos ocasiones, la última vez fue hace cerca de dos semanas cuando lo vio el psiquiatra, le ordenó tratamiento ambulatorio porque se sentía que no ameritaba estar ingresado en el Centro Médico Correccional, que es donde tenemos una unidad donde se atienden pacientes de salud mental en crisis y se le asignaron medicamentos los cuales aparentemente estuvo aceptando y consumiendo”, afirmó.

Su condición mental también fue objeto de discusión en el tribunal y 19 de julio fue declarado procesable, luego de que su defensa solicitó la evaluación de un psiquiatra del estado basado en que su cliente tenía un expediente médico del 2013.

En este tipo de casos, comentó que se realizan investigaciones internas, pero al presente asegura que se estuvo vigilando y se ofrecieron las rondas cada media hora según las instrucciones impartidas. Hay un oficial asignado al control central de cada uno de los edificios.

“De acuerdo a lo que se ha levantado hasta ahora la información donde registran sus firmas y demás, ellos estuvieron monitoreando y dando sus rondas constantes”.

En lo que va de año se han reportado tres suicidios, incluyendo al de Ocasio Santiago, una vez lo establezca el protocolo de autopsia, los otros dos se reportaron en el complejo correccional de Ponce y en el Centro de Ingresos de Bayamón.

A pesar de que recientemente se revisaron los protocolos de prevención de suicidios la secretaria se manifestó dispuesta a evaluar los mismos a la luz de este caso.

El personal se encuentra bajo adiestramiento a quien se les instruye a que estén pendiente de cualquier indicio suicida, ya sea mediante una expresión, un gesto, un escrito, que considere que se deba intervenir.

El cadáver de Ruiz Costas, de 35 años, parcialmente calcinado fue localizado el 29 de abril en una zona boscosa en el kilómetro 25 de la carretera PR-184, del sector Las Trescientas del barrio Guavate, en Cayey, donde su asesino confeso dispuso de ella.

La fallecida mantuvo una relación con Ocasio Santiago durante ocho meses quien la acosaba constantemente, en su lugar de trabajo y en su residencia.