Los residentes en el Viejo San Juan llevan dos años con esfuerzos activos para evitar ser desplazados por la fiebre de los Airbnb. 

Es que las personas que han hecho su vida en este antiguo casco urbano sienten que la comunidad “se ve amenazada por esta población de personas que no vive aquí, y no tiene ningún vínculo” social con los demás residentes, destacó Laura Candelas, portavoz de la Asociación de Vecinos del Viejo San Juan.

“Nosotros quisiéramos que más gente viva en San Juan, que San Juan se repoblara. Pero, los dueños de estos apartamentos salen mejor si los alquilan por Airbnb. En dos fines de semana le sacan lo que antes le sacaban por alquilarlo el mes entero”, explicó. 

Candelas destacó que, al igual que en otras ciudades del mundo, como por ejemplo, Barcelona, en España, o Venecia, en Italia, los apartamentos disponibles para que personas que desean permanecer en el Viejo San Juan son cada vez menos “y los que quedan son poco accesibles”. 

“No hay familia, no hay comunidad, no hay un vecino que tú puedas llamar para que te acompañe. Se está desplazando la población y haciendo menos accesible el Viejo San Juan para gente joven, personas mayores, profesores universitarios”, manifestó la líder comunitaria. 

Más allá de que se ha comenzado a perder el sentido de comunidad, Candelas afirmó que la arquitectura dentro de las antiguas residencias se está destruyendo sin que el gobierno le ponga un coto. 

“Hay una casa en la calle San Sebastián que ahora son seis cuartos con baños”, afirmó, al hacer referencia a los códigos que se supone rijan en la antigua ciudad. 

También les causa problemas el ánimo de festejo que traen los turistas en las áreas residenciales durante horas de la madrugada, principalmente en los días laborales. 

Para poner un detente a la proliferación de los Airbnb, la Asociación logró impulsar un proyecto de ordenanza en la Legislatura Municipal de San Juan, que fue presentado en mayo pasado y propone una moratoria de un año al otorgamiento de permisos para el arrendamiento de propiedades a corto plazo en el Viejo San Juan, en lo que se logra que los empresarios que tienen estas rentas cumplan con las regulaciones que se impongan.

Candelas dijo que el martes de la semana pasada hubo una reunión con la comunidad en la que se informó que la ordenanza propuesta, la número 13 del año fiscal 2017-2018, está en la etapa de “revisión de borrador” para presentarlo a la comunidad y comenzar el proceso de vistas públicas que desemboque en su posible aprobación.