Unas 90 familias de la urbanización Radioville están preocupadas por el fuerte problema de erosión que enfrenta su comunidad desde el paso del huracán María, el cual amenaza seriamente la seguridad de sus residencias.

Un gran pedazo del terreno que sostiene la avenida Atlántico, donde está localizada la comunidad, colapsó, lo que ha afectado directamente la vía de rodaje y, a su vez, pone en riesgo la vida y propiedad de estas familias arecibeñas.

“Luego del huracán hubo cierta erosión en la avenida Atlántico, que es la calle que da al mar, donde las casas están elevadas, hay un declive y está la arena y el mar. Mal tasados se han ido como 50 pies de largo y unos 40 pies de profundidad de terreno”, explicó Manlio Arraiza, portavoz de la comunidad damnificada.

La situación perjudica a una veintena de residencias, pero directamente son dos las propiedades que han visto problemas crasos, al punto de que no pueden ser utilizadas por el derrumbe. 

“Hay alrededor de 20 casas en esa calle. Al momento, dos casas no tienen acceso al frente porque esa calle ya no existe. Estamos sumamente preocupados por la angustia que estamos pasando. Además de la posible devaluación de nuestras propiedades y la posible pérdida de nuestras residencias”, indicó el residente.

Según Arraiza, la situación de la erosión del terreno fue provocada por el colapso de unas tuberías de la Autoridad de Acueductos y Alcantarrillados (AAA). 

Además, esta situación ha traído un problema de contaminación al Oceáno Atlántico porque en una ocasión las bombas colocadas en el lugar llevaron las aguas usadas hasta ese cuerpo de agua.

“Aparentemente, la conclusión es que al colapsar una tubería hubo erosión con las aguas usadas. La erosión se había reportado al municipio y FEMA había venido, pero no se ha hecho nada. Entonces, una compañía subcontratada por Acueductos puso dos bombas y luego de que se pusieron estuvieron botando agua sucia al Océano Atlántico durante unas 36 horas”, relató el portavoz.

El peligro al que se exponen a diario estas familias y la poca acción gubernamental y federal, tienen a la comunidad en un agonizante compás de espera. 

Aunque han visto algunos movimientos de diversos sectores, dicen no contar con soluciones reales que puedan ponerle fin a su agonía. 

 “La primera persona que llegó fue el alcalde (Carlos Molina) y dijo que no hay dinero y que no se sabe cómo se va a solucionar eso. Está en una actitud totalmente negativa. El lunes pasado vino la legislatura municipal a hacer una vista ocular y nos dijeron que aprobaron una ordenanza para que sea zona de emergencia y se trabaje con rapidez. Pero, hasta ahora ellos no han asignado responsabilidad y la realidad es que el responsable de la carretera es el municipio, pero por la rotura del tubo entra Acueductos (Autoridad de Acueductos y Alcantarillados). Deseamos que se haga con la mayor prontitud posible y que no se quede en reuniones, que se haga una acción cuantificable para que venga a iniciar los trabajos”, denunció el dirigente de Radioville.

Primera Hora intentó contactar al alcalde de Arecibo, Carlos Molina, para entrevista, pero todavía se espera por una respuesta.