El paso de María por Puerto Rico dejó a miles de personas incomunicadas, refugiadas y sin hogar, y a las agencias de seguridad y salud ahogándose en emergencias alrededor del archipiélago borincano.

Una de las situaciones de urgencia causadas por el huracán categoría cuatro fue el vertiginoso aumento en querellas de personas desaparecidas.

Pero tras un mes de angustias, y gracias al esfuerzo de la Policía de Puerto Rico, de otras agencias de gobierno y de voluntarios, muchas de las historias de las familias que después de María desconocían el paradero de algún ser querido están culminando con finales felices.

Desde el 20 de septiembre -fecha en la que María pasó por Puerto Rico- hasta anteayer, la Policía tenía 217 querellas de personas desaparecidas. De estas, la uniformada ya ha esclarecido 137, dejando solo 80 bajo investigación.

“En los días después del huracán se disparó un poco (el número de) los casos reportados, porque no hay comunicación telefónica y algunas áreas los caminos están inhabilitados”, dijo el sargento José Carlos Rosario, quien dirige el equipo de 22 agentes designados por la Policía para atender las querellas de desaparecidos tras María. “Como la gente está acostumbrada a tener (teléfono) celular y contactar rápido a sus familiares, el huracán causó ansiedad, y lo comprendemos”.

“De acuerdo a las entrevistas y demás investigaciones, nos hemos dado cuenta que muchos (de los reportados como desaparecidos) abandonaron su hogar para ir a un refugio o a la casa de un conocido que fuera más segura. Mucha gente se fue a los refugios o a casas más seguras y como no podían comunicarse, su familia los reportó como desaparecidos”, explicó el agente Rosario, sobre una de las principales razones por las que el número de querellas policíacas de desapariciones aumentó marcadamente tras el ciclón. “Parte del trabajo que hemos hecho es que el agente investigador vaya y visite a las familias (que alertaron sobre un ser querido desaparecido) cada dos días. Es una de las estrategias que estamos utilizando en estos casos. Pero también se han hecho planes de trabajo que incluyen visitar refugios y hogares. La idea es buscar todas las alternativas posibles y encontrarlos con más rapidez”. 

Rosario indicó que la Policía no mantiene una lista de los casos de desaparecidos relacionados al huracán, como hicieron con las fatalidades. “Para ser más responsables, los estamos trabajando todos como si fueran a causa del huracán para no descartar nada”, aseveró el oficial.

Uno de los casos pendientes que la Uniformada entiende está relacionado a María lo es el de Nelson Jonathan Martínez Rivera, quien desapareció el 25 de septiembre pasado, cinco días después de María. 

“Él salió a caminar por la mañana, como le gustaba hacer”, dijo Milton Martínez, tío de Nelson Jonathan, quien tiene 28 años y fue diagnosticado con autismo y un grado de discapacidad mental. “Yo creo caminó hasta el pueblo y que se desorientó porque el huracán se llevó todos los puntos que él usaba como referencia”.

“Ese caso me toca un poco porque, aunque tiene 28 años, pero tiene la mente de un nene de 12 años. Así que estamos trabajando como que le estamos siguiendo el rastro a un niño”, dijo Rosario. 

Temprano esta semana, Milton recibió información de que su sobrino fue visto por Trujillo Alto. El tío fue a ese municipio, pero no pudo dar con Nelson Jonathan. 

“(El viernes) me dijeron que lo vieron en Bayamón. Fui allá también, pero no lo encontré”, explicó Milton intentando en vano disimular su frustración y preocupación con su sobrino extraviado, quien viste camisa roja y pantalón corto deportivo gris. 

“Debe tener bastante barba, porque ya son 26 días en la calle. Lo que le pedimos a la gente es que si lo ven que mantengan custodia de él y que le hablen”, dijo Milton.

Aunque cada caso sin esclarecer le pesa al equipo de investigadores, el sargento Rosario dijo que dar con el paradero de alguna de las personas en la lista y aliviar la angustia de sus seres queridos es una gran satisfacción profesional.

“Tuvimos un caso de tres menores, de 10, 11 y 12 años en Aguadilla. Resultó ser uno de esos casos en los que se movieron a un sitio más seguro con su mamá para pasar el huracán”, relató el oficial policíaco sobre el cuarteto que fue encontrado en buen estado varios días después del ciclón.

No todos los casos han tenido un final feliz, sin embargo.

“Hemos resuelto dos (casos de personas reportadas desaparecidas que resultaron ser fatalidades) directamente relacionados al huracán, en Las Marías”, explicó el sargento Rosario. “Y tenemos dos casos de muerte violenta, en San Juan. Hay uno de una muerte en el área de Yauco, una dama de 66 años, Paulina Cidrón Rodríguez, que fue hallada (muerta). Estaba en el patio de su casa. No mostraba signos de violencia. Padecía de múltiples enfermedades y creemos que falleció por causas naturales. Estamos esperando a que (el Instituto de) Ciencias Forenses lo certifique”.

Con las querellas de este tipo disminuyendo en días recientes, Rosario espera que el número de desaparecidos tras María continúen bajando.

“Estamos haciendo el trabajo. Estamos llegando a la meta. Pero hay que seguir trabajándolo”, aseveró el sargento.