Lajas. Pescadores y pescadoras sufren por partida doble o triple los embates de desastres naturales, ya que además de los daños a sus artes de pesca y de las pérdidas que tienen en sus hogares, la falta de energía eléctrica en las villas pesqueras se convierte en otro obstáculo para ganarse el sustento.

Este es el caso de la Asociación de Pescadores de La Parguera, donde unos 20 pescadores quedaron varados por falta de luz desde que recibieron el azote del huracán Fiona, según reseñó Primera Hora el pasado 26 de septiembre. Los trabajadores del mar lajeños, como muchos otros en la isla, afectados por el impacto del temporal, tuvieron que decomisar los productos que habían obtenido después de pasar horas bajo el sol en alta mar y en ocasiones, desafiando las malas condiciones del tiempo.

La necesidad de fuentes de energía renovable en Puerto Rico motivó en 2017 al Hispanic Federation a desarrollar un proyecto resiliente para dotar de sistemas de energía solar a villas pesqueras en la isla, tras el azote de ese año del huracán María. La organización sin fines de lucro, fundada en Estados Unidos por Luis Miranda, padre del laureado actor, compositor y dramaturgo de origen puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, desde entonces abrió una sede en Puerto Rico (HFPR).

Como parte del proyecto boricua, la villa pesquera de Naguabo fue la primera en tener paneles solares. Luego, les siguieron las pescaderías de Guayama, Guánica y Peñuelas. Además de las villas pesqueras, el HFPR también ha colocado placas solares en algunos centros de salud primaria (Centros 330) en Loíza, Las Piedras, Orocovis y Patillas.

“Hemos visto durante muchos desastres que muchas veces los pescadores se quedan olvidados dentro de todo. Nosotros entre otras organizaciones también, hemos estado reclamando la necesidad de la transición a la energía solar en Puerto Rico y hemos podido invertir en más de 250 proyectos de energía solar comunitaria y de iniciativas solares por todo Puerto Rico”, dijo la directora principal del HFPR, Charlotte Gossett Navarro.

Subrayó que donde se han colocado estos sistemas de energía renovable “vemos el éxito”, en comparación con aquellos que no tienen acceso a estos sistemas que se benefician de la luz del sol, de los que ha sido pionero en Puerto Rico, Casa Pueblo en Adjuntas.

“Lamentablemente, estamos viendo eso como una evidencia clara de la importancia de esta energía y de la falta de inversión del gobierno en estos años de responder al reclamo de la energía solar”, puntualizó Gossett Navarro.

Júbilo en la villa de La Parguera

Gossett Navarro dijo que al ver la reseña de Primera Hora sobre la situación de la villa pesquera de Lajas el equipo rector de la organización decidió ayudar a los pescadores lajeños con su modelo de placas solares. Este domingo, los portavoces de la organización sin fines de lucro en Puerto Rico, se trasladaron hasta a la villa de Lajas para darles la buena nueva. El equipo tendría un costo aproximado de $20 mil y la meta es instalar las placas solares en los próximos días.

“Ya tenemos el estimado y hemos aprobado el proyecto. Esa es nuestra meta y si ellos están de acuerdo, esa es la buena noticia”, les anunció Gossett Navarro.

“Nosotros estamos muy agradecidos de ustedes, demasiado agradecidos… Es un proyecto que no esperábamos y nos cogió de sorpresa. Esto es un beneficio a largo plazo para nosotros y para la comunidad. Ahora podemos tener nuestros productos, Dios quiera que no, en un evento como el que pasó, porque vamos a estar preparados con luz”, dijo el presidente de la Asociación de Pescadores La Parguera Inc., Ramberto Hernández Hernández.

Curiosamente este sábado, a casi dos semanas del ciclón llegó la energía eléctrica a la villa pesquera parguereña.

“Los pescadores estamos bien contentos porque ahora, si pescamos de noche, podemos tener un freezer pequeño para almacenar pescado sin tener que gastar luz y hielo y para el próximo evento... También, tenemos una máquina de hielo, y se le puede dar servicio sin costo a la comunidad. Estamos muy contentos, muy contentos”, sostuvo el portavoz de la villa, tras recibir la visita de los portavoces del HFPR.

Labor comunitaria

Después del huracán María, la portavoz del HFPR dijo que la organización comunitaria comenzó a trabajar con la Villa Pesquera de Naguabo, junto con la organización ambientalista Conservación Conciencia, para la instalación de su primer proyecto de energía solar.

“Pudimos ver cómo la falta de energía había afectado la villa pesquera, lo que podían hacer y lo que no podían hacer y el dinero que perdieron estas personas, que ya son de bajos ingresos. También vimos cómo la comunidad, que de por sí es aislada, se quedó a oscuras de muchas maneras y en muchos sentidos. Instalamos allí, esa fue la primera en 2018, en respuesta a María”, narró la portavoz de la organización en Puerto Rico. También dijo que, con el impacto de los terremotos de 2020, Puerto Rico se volvió a apagar por varios días.

“Hablamos con estas villas pesqueras y nos contaron el éxito”, sostuvo para agregar que se preguntaron entonces por qué no repetir el éxito de la villa de Naguabo.

Relató que la iniciativa no solo permitió que los pescadores continuaran trabajando y operando porque tenían dónde guardar la pesca, sino que también se convirtieron en un oasis para la comunidad.

“Cogieron una nevera para guardar las medicinas de los vecinos, la gente podía cargar sus celulares y otros equipos y de repente un proyecto que era para apoyar una villa pesquera terminó siendo para toda la comunidad”, sostuvo Gossett Navarro.

“Ahora estamos felices nuevamente de ver el éxito, porque hemos hablado con las cuatro villas pesqueras y las cuatro están operando exactamente cómo nos imaginamos. Nos frustra saber que en cinco años el gobierno, teniendo la respuesta al frente de ellos, que es la energía solar, están tan atrasados en tomar las iniciativas de instalar estos sistemas en lugares críticos de Puerto Rico”, cuestionó.

El pasado miércoles 28 de septiembre, Jonathan Castillo, gerente de Energía Renovable y Servicios Críticos de HFPR, visitó la villa de Lajas para ver de primera mano cómo les había afectado Fiona. De camino, entró a la villa pesquera de Peñuelas, localizada en el sector El Boquete, en el barrio Tallaboa Encarnación para confirmar que estuviera operando.

“Veo movimiento de clientes comprando los productos, pescadores que acababan de llegar con langostas, pescados. Todo se estaba moviendo a los refrigeradores y cuando me muevo a La Parguera me encuentro con un panorama bien poco alentador: siete pescadores sentados en el piso y el presidente de la villa sentado en una silla, sencillamente, sin poder hacer nada porque no podían salir a pescar”, describió Castillo.

“Es inaudito que nuestras comunidades estén pasando por esto por algo que tiene solución. Estamos condenando a estos pescadores a pobreza, a hambre, a escasez de alimentos. Nos dicen que no pueden salir a pescar y si salieran, la gente tampoco les puede comprar porque no tienen dónde almacenar los productos. La seguridad alimentaria de la población se está viendo afectada y los empleos de estas personas se están viendo afectados”, sostuvo.

Falta de proyectos de energía renovable

“Todos los estudios demuestran que es lo ideal, que instalar (placas solares) en los techos es ideal, es resiliente y lo sabemos, pero lamentablemente, no hemos visto la urgencia del gobierno en algo que ya es probado ni el compromiso de que van a usar los millones que le han llegado para mejorar el sistema eléctrica en algo que funciona. Lo que estamos viendo es desigualdad, por la gente que ha podido instalar la energía solar y la gente o los negocios que no tienen el dinero, no tienen la resiliencia ni la solución”, dijo por su parte, Gossett Navarro.

“Estamos considerando otros proyectos comunitarios, no hemos tomado decisiones finales”, sostuvo la directora de la Hispanic Federation Puerto Rico. Dijo también, que después de Fiona le han dado apoyo a una red de más de 30 cocinas comunitarias y evalúan algunos proyectos de energía solar.

“El gobierno tiene el dinero para hacerlo y no están priorizando. Es lamentable que estas áreas tengan que depender de la filantropía. Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo de recaudar fondos, pero nuestro reclamo es que el gobierno de Puerto Rico lo haga con más de $12 mil millones que tiene. Sé que tienen algunos proyectos de energía renovable, pero ese debe ser el norte”, sostuvo Gossett Navarro.

“Puede hacerse algo con inversiones pequeñas”, dijo para subrayar que el promedio de inversión en proyectos pequeños de energía renovable es de $20,000 a $25,000.