Miles de vidas han sido salvadas en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe (CCPRC) desde que abrió sus puertas en agosto de 1992 en el Centro Médico, en Río Piedras, una fecha en la que muchos tenían que recurrir a buscar tratamiento fuera de la Isla ante la ausencia de una institución de primera categoría.

Ahora, 25 años después, la Corporación que lleva el nombre de Dr. Ramón M. Suárez Calderón, festeja su transformación y el hecho de ser “fundamental” en el campo de la cardiología y en la educación de la medicina, pues es precisamente en el CCPRC, donde se adiestran los estudiantes de esta especialidad que estudian en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Así lo expresó el director ejecutivo del Centro, Jorge de Jesús Rozas, durante una conferencia de prensa para conmemorar el vigésimoquinto aniversario del hospital, al destacar que durante los pasados años se han realizado en el lugar 200,000 procedimientos invasivos, 400,000 procedimientos no invasivos y sobre 65,000 cirugías cardiovasculares de adultos y niños.

“No podemos olvidar que el Programa de Trasplante de Corazón, que inició en 1999, ya ha realizado 156 exitosos trasplantes”, rememoró al mencionar que en lugar se hacen otros procedimientos, como cateterismos, angioplastías, implantes de marcapasos y desfibriladores y procedimientos electrofisiológicos, entre otros.

El secretario de Estado, Luis Rivera Marín, entregó una proclama a nombre del gobernador Ricardo Rosselló, mientras el secretario de Salud, Rafael Rodríguez, elogió la labor de la facultad médica y otros empleados de la institución hospitalaria. “Aquí están los mejores...punto y se acabó”, expresó. 

En la actividad se reconoció al grupo de médicos que trabajó en la elaboración del Plan para el Desarrollo y Establecimiento del Centro Cardiovascular, así como a empleados y facultad médica que aceptaron el reto de trabajar el hospital.

Entre los pioneros se encuentra el cardiólogo Héctor Delgado Osorio, quien explicó a Primera Hora qué lo motivó a participar del proyecto, en aquel momento novedoso para Puerto Rico.

“Habían varios hospitales generales, pero no había un enfoque hacia algo en particular, como son las enfermedades cardiovasculares que –en ese momento, como hoy día– son la causa número uno de muerte e incapacidad. En ese sentido, había esa necesidad porque no había un hospital especializado y la mayoría de la gente que económicamente podía se iba a Estados Unidos”, dijo el también profesor de la Escuela de Medicina de UPR y actual jefe auxiliar del área de cardiología del CCPRC.

Otra persona que tuvo razones de sobra para celebrar el aniversario de plata del hospital fue Marcos Velázquez González, un cardiólogo de profesión que, súbitamente, enfermó hace un año y tuvo que ser trasplantado de corazón para sobrevivir.

“Tuve una arritmia que por más que se trató, no se pudo corregir con tratamiento. Prácticamente, me estaba muriendo , pero caí en manos de los que una vez fueron mis profesores en medicina y aquí estoy: con un corazón nuevo y riendo con gusto”, manifestó quien ejerce en un hospital en Mayagüez.