Una familia puertorriqueña promedio gastó alrededor de $1,583.37 para sobrevivir en las primeras dos semanas de la emergencia que ha provocado el paso del huracán Fiona por la Isla, según un cálculo realizado por el economista y catedrático del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, José Alameda.

Mientras, el excomisionado de Manejo de Emergencias y exjefe de Bomberos, Ángel Crespo, proyectó que una familia que no se prepara para el embate de un ciclón puede llegar a invertir entre $25,000 a $30,000 en el proceso de responder a última hora y subsistir a las condiciones en las que queda el país, principalmente sin energía eléctrica y agua potable.

Este impacto al bolsillo de los boricuas, explicaron los expertos, resulta “bien costoso”, sobre todo cuando su situación económica ya se ha visto afectada por la pandemia del COVID-19, la inflación y los altos costos del combustible.

Alameda explicó que computó el gasto promedio que pudieron tener las familias boricuas entre el 19 al 30 de septiembre a base de los 1.5 millones de abonados que tiene el sistema eléctrico. Le incluyó gastos en daños generales, agua potable, gasolina, compra de alimentos procesados, pérdida de alimentos dañados, hielo, productos de limpieza, equipos del hogar dañado y servicios bancarios, entre otras cosas.

Según sus promedios, calculados para este reportaje de Primera Hora, los residentes de Mayagüez, Arecibo y Ponce son los más que han tenido que invertir para sobrellevar la emergencia. El gasto que han incurrido las familias supera los $1,600 entre el periodo del 19 al 30 de septiembre.

Asimismo, el economista calculó que el impacto en las finanzas globales de los boricuas en este renglón de sobrevivencia fue de alrededor de $2,373 millones en estas primeras dos semanas de la emergencia. Estipuló que este promedio, sumado a los $2,000 millones en daños que recibió el sistema eléctrico del país y otros problemas que ha dejado Fiona, como lo fue por ejemplo para el sector agrícola, lleva a que el impacto económico global supere los $5,000 millones.

El profesor universitario hizo la salvedad de que los cálculos fueron promediados a base de “la experiencia de 30 años de este economista. Es un estimado hecho por un terrícola mortal. No reclamamos perfección”.

No obstante, tal impacto del gasto en las primeras dos semanas le permitió visualizar al economista “más o menos” el panorama de lo que es vivir en una emergencia.

Alameda opinó que el impacto, en general, es como el de la teoría de la “ventana rota”.

“Tienes guardados $1,000 para la expansión de un negocio. Vienen unos títeres y rompen la ventana con una piedra y te dicen que es bueno para la economía porque tienes que ir al cristalero y le vas a dar empleo. Entonces, dicen que los daños son buenos, porque ahora hay que comprar tornillos y tuercas... Es falso, porque tenías $1,000 para expandir un negocio y tienes que gastarlo en algo que ya tenías. No es cierto que las tormentas o huracanes, por los daños, generen empleo y sea bueno para la economía”, planteó.

Dijo que a los boricuas les ha pasado algo similar; que el dinero que tenían acumulado en ahorros y para satisfacer ciertas necesidades se ha tenido que canalizar para comprar gasolina para el generador eléctrico, comprar agua y, hasta en casos más extremos, buscar un nuevo lugar para vivir.

Fue más lejos al indicar que el gobierno ha esbozado una “teoría floja” sobre que estos desastres inyectan fondos federales a la economía. Pero, dijo que con “el chorro de fondos federales” que han llegado del huracán María solo hubo un crecimiento económico de 1% entre el año 2020 al 2021.

Llamado a optar por la preparación

Ante lo costoso que ha resultado sobrellevar las primeras dos semanas de Fiona, Crespo llamó a la población a seguir las etapas de los planes de emergencia, sobre todo la de la preparación y mitigación.

“Si tú compras dos paquetes de arroz en una quincena, en una de las quincenas compras tres paquetes de arroz y guardas uno. Al final tienes 12 paquetes de arroz guardado, que lo vas rotando para que no se te dañen. Así, el día ocurra desastre no tienes que ir a vaciar la góndola del supermercado para llevártela a la casa”, dijo, a modo de ejemplo.

Destacó que, así como se hace con un paquete de arroz, se debe hacer con artículos para suplementar la ausencia de energía eléctrica, la falta de agua o hasta para prevenir inundaciones. Es que comentó que dejar la compra de un generador eléctrico o una cisterna de agua para cuando se está en medio de la emergencia podría salirle más costoso o no conseguir satisfacer la necesidad.

“Muchas de estas cosas se puede comprar con financiación y en la emergencia podría tener que ser ‘cash’ ”, estipuló.

Por tales razones, Crespo señaló que una familia de cuatro personas que deje todo para lo último podría estar gastando entre $25,000 a $30,000 para sobrevivir la emergencia.

Su desglose incluyó varios costos promedios de artículos necesarios. Dijo que una planta pequeña, que le daría para energizar la nevera y alguno que otro electrodoméstico, promedia entre $500 a $600.

Explicó que un generador de 10 kilos de gas saldría entre $5,000 a $6,000, pero tendría que gastar alrededor de $400 cada ciertos días para poder generar electricidad. Mientras, un generador de diésel costaría entre $12,000 a $13,000.

Crespo indicó que tiene un generador de diésel en su hogar y que se gastó $800 en combustible y dos cambios de aceite para una semana que estuvo sin luz.

“A eso hay que sumarle los encarguitos, que se te van $190 a $150. Eso es leche, pan y cositas del desayuno. No sé ni cuánto cuesta una compra en Puerto Rico con el efecto inflacionario”, relató el ahora asesor en asuntos de seguridad.

“A eso hay que sumarle baterías, hielo, que hay que retirar sumas importantes de dinero del banco porque no en todos lados hay servicio de tarjetas. Por último, hay un costo que yo experimenté. Yo trabajo por cuenta propia. Este tiempo que me pasé atendiendo las necesidades básicas en ese modo de supervivencia que pone un huracán es tiempo que yo no estoy facturando. Así habrá terapistas, contables, abogados, los negocios de comida o de servicios de peluquería que no van a poder operar, porque no están preparado o no pueden asumir costoso. Eso son ingresos que no se están generando”, agregó.

Ante tales razones, Crespo reiteró en la necesidad de dividir los gastos a través del año.

“Mientras mejor preparado y mayor inversión en mitigación, tu respuesta va a ser más efectiva y menos costosa en ese momento. Pero, eso no quiere decir que durante el año no te costó”, concluyó.

Cuánto ha invertido una familia en las pasadas dos semanas por región, según el economista José Alameda:

  • Arecibo - $1,658.30
  • Bayamón - $1,517.86
  • Caguas - $1,498.26
  • Mayagüez - $1,695.69
  • Ponce - $1,610.17
  • San Juan - $1,567.22