PONCE. A sus 87 años, Inocencio “Harry” Núñez López se considera un “influencer” a quien acuden para procurar algún consejo o asesoramiento, pues el octogenario cultiva el arte de la buena conversación y es un gran conocedor de la historia de la Ciudad Señorial.

Su centro de operaciones es quizás la mesa de una panadería a donde se reporta diariamente desde que falleció el amor de su vida, su esposa Haydée Andújar, y hasta algunos piensan que don Harry es el propietario del negocio, por el cariño y atenciones que recibe tanto de los empleados como de los comensales.

Luego, recorre a pie las principales calles del centro urbano de Ponce, mientras recuerda aquellas estructuras que quedaron en el olvido, pero que siguen plasmadas en su envidiable memoria. De hecho, no falta gente que detenga su vehículo para ofrecerle un aventón… sin solicitarlo.

“¿Quién es este personaje de pueblo?”, preguntan aquellos que no lo conocen.

Resulta que don Harry trabajó en varias radioemisoras ponceñas durante décadas, fue cofundador de un periódico regional e incluso estudió producción de radio y televisión en Nueva York. En sus mejores tiempos contaba con una tienda de discos; de ahí deriva su gran conocimiento de la música que es una de sus grandes pasiones.

“Empecé haciendo caricaturas en el (periódico) El Día. Desde muchacho tenía muchos pasquines en inglés y en español y era fanático de todo lo que era Walt Disney y entonces, yo quería ir a estudiar dibujo a Estados Unidos y mi meta era trabajar con Walt Disney, quería llegar allí y, pues, me fui al New York Art Students League”, recordó desde su espacio en la panadería Florida Bakery.

“Salté de ahí a Cambridge a radio y televisión, me dio clase Telly Savalas (actor que dio vida al personaje de Kojak) que era locutor de ‘La Voz de América’ de noticias, todavía no era actor y daba clases ‘part time’ en esa escuela”, agregó al mencionar que regresó a su natal Ponce en 1959.

Fue en ese tiempo que don Harry, quien antes había trabajado en la desaparecida Radio WISO, empezó a colaborar en WLEO “cuando Guillermo José Torres estaba en las noticias”.

Don Harry comparte un álbum con imágenes de su boda.
Don Harry comparte un álbum con imágenes de su boda. (XAVIER GARCIA)

“Yo tenía una tienda de discos en la calle Unión, se llamaba Discolandia, entonces, tenía programa de radio que se llamaba así mismo. Un día llegó a Puerto Rico, Paul Anka (actor y cantautor canadiense) al Caribe Hilton”, resaltó mientras enumeraba los artistas que entrevistó, entre estos, “Rocío Durcal, Raphael… un montón de gente”.

Así las cosas, también trabajó con El Diario de Nueva York, WEUC FM, entre otras experiencias enriquecedoras que se convierten en la sobremesa de cualquier visitante que, además, se interese por saber datos históricos y geográficos de la ciudad.

No obstante, hace una década fue que llegó a la panadería ponceña y, desde entonces, se transformó en su segundo hogar a donde pasa largas horas entre cafés, dulces e interesantes conversaciones.

“Yo soy un ‘influencer’, viene la gente a pedirme orientación. Si van a hacer un programa de radio, qué lugares visitar en Ponce, cómo era Ponce hace muchísimos años… Mucha gente me llama y yo los aconsejo, los oriento y los ayudo”, sostuvo al sonreír inadvertidamente.

“Me puedo ir con la gente por la plaza y enseñarle ‘este edificio era de fulano de tal’. A veces, hasta soy un guía turístico”, acotó el padre de Carlos y Javier, quien sustenta su plática con fotos y documentos que guarda en un bolso de tela.

Una de sus caricaturas. Esta vez de "Uvita", un personaje de pueblo en Ponce.
Una de sus caricaturas. Esta vez de "Uvita", un personaje de pueblo en Ponce. (XAVIER GARCIA)

Al contestar por qué se ganó la simpatía de la gente, dijo que “yo no le niego el saludo a nadie, no importa quién sea y las mujeres dicen que soy simpático”.

“El que se enoje conmigo es malo de nacimiento porque yo no le hago daño a nadie”, asintió.

Aseguró que, para conservar una buena salud a sus 87 años, uno de los secretos es caminar, comer con moderación, no fumar ni hacer uso de bebidas embriagantes.

“No guío, pero tengo licencia. Aunque siempre aparece alguien que me lleva a los sitios”, advirtió con picardía.

“El ponceño es muy orgulloso. Ya tú sabes… la frase de ‘Ponce es Ponce y el resto es parking’”, puntualizó al posar para el lente de “Somos Puerto Rico”.