Los dueños y gerentes generales de hospederías en Puerto Rico aseguran estar preparados para recibir huéspedes, aunque están conscientes del gran reto que implica reabrir sus operaciones tras más de 73 días de pérdidas económicas y de enormes inversiones.

En el Hotel Marriott de Condado, por ejemplo, se han adoptado medidas salubres y de seguridad “con los más altos estándares”, según explicó el gerente general José González Espinosa durante un recorrido por las facilidades del lugar.

“Debo decir que la guía de la Compañía de Turismo es casi idéntica a la de la marca de hoteles Marriott… eso es asombroso porque nuestro destino está trabajando medidas de salud y seguridad que la que están implantado importantes cadenas hoteleras a nivel mundial”, dijo González.

La experiencia de los huéspedes comienza desinfectando las piezas de equipaje a la entrada de la hospedería y con la toma de temperatura a todo el que ingrese a las facilidades. El uso de mascarillas por el personal y los visitantes es compulsoria, así como mantener distanciamiento físico de un mínimo de seis pies. A estos fines se han identificado unos puntos en el piso. En el área de recepción, lounge, entre otras zonas, se han colocado barreras de acrílico para ampliar el distanciamiento con empleados. Mientras, se colocaron estaciones de desinfectante de manos en diferentes áreas de la hospedería, incluyendo en los ascensores donde solo se permitirá el acceso de una persona o un grupo de la misma familia.

“En cuanto a las habitaciones, las puertas tendrán un sticker que indica que fue desinfectada… si ese sticker está roto, el huésped debe notificarlo porque significa que alguien entró. Además, adentro se eliminaron los papeles, vasos y utensilios que no son importantes para la experiencia. Además, el servicio de housekeeping no se hará diariamente, por lo que se colocarán mas amenidades (jabones, toallas, toallas de playa). Tampoco habrá menús, sino una aplicación en la que el cliente puede pedir alimentos y luego recogerlo en un punto determinado del hotel”, explicó González.

La piscina, según estipulado por la orden ejecutiva, estará limitada a utilizarse en el 25% de su capacidad. “Tendrá espacio para las primeras 75 personas que lleguen… no más. Sabemos que esto puede incomodar a algún huésped, pero por otro lado tenemos sillas disponibles para acceso directo a la playa”, indicó el gerente general al agregar que las áreas comunes serán higienizadas cada 60 minutos, según lo dispone la guía del CTPR.

En el caso del Marriott nunca cerró operaciones “pero financieramente ha sido un desastre” considerando que la hospedería estuvo trabajando durante las pasadas casi 12 semanas con una ocupación de habitaciones que nunca sobrepasó el 3%.

“Estoy preocupado porque el tiempo se está acabando para la temporada de veranos, ya está entrando la temporada de huracanes y tenemos la incertidumbre de no conocer bien cuál es el plan del gobierno a largo plazo… lo único que le pido al gobierno es que tengan un plan estratégico más allá de 15 días. Queremos saber cuál es el plan por los próximos 12 meses… saber cuál es la fase 3, la fase 4 , la fase 5 y la fase 6 para el sector turístico para evitar tomar decisiones equivocadas”, dijo en referencia a que están evitando a toda costa los despidos en la empresa.

Por su parte, Jesús Ramos, presidente de la Asociación de Dueños de Paradores, indicó que los 13 hospederías de esta categoría que hay en la isla se encuentran “listos” para la reapertura de sus establecimientos.

Al igual que otros líderes de la industria, la apuesta principal de los empresarios está fijada en el turismo interno.

En ruta a abrir sus puertas muchos dueños de negocio han invertido miles de dólares en preparar las instalaciones.

“En mi caso la inversión va por $15,000 en la compra de equipos e instalaciones, por ejemplo, de divisores de acrílico y dispensadores de sanitizer por las facilidades”, destacó el propietario de Villas Sotomayor, ubicado en Adjuntas.

“A nivel de negocio ha sido desastroso porque la ocupación está totalmente en cero… aunque mantenemos el restaurante abierto y hemos acudido a otras estrategias de negocio – como vender cajas con productos agrícolas que se cosechan en la finca- hemos tenido que, por ejemplo, reducir horas entre el personal”, indicó al añadir que el sector de paradores tiene 540 habitaciones hábiles para la reapertura y genera cerca de 600 empleos en la isla.

Las estrategias de mercadeo están dirigidas al mercado local y la esperanza es que comiencen a surgir reservaciones para junio, julio y las primeras dos semanas de agosto.

“La ventaja de este año es que la gente viajará muchísimo menos y eso nos puede ayudar. Esperamos que la gente quiera buscar alternativas de esparcimiento y cambiar de ambiente siguiendo las mismas medidas de seguridad… tenemos fe de que así será porque no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. Esto va a pasar y tendremos una industria sólida a nivel mundial. Es cuestión de tiempo”, expresó Ramos.

Por su parte, Eddie Ramírez, propietario de Casa Sol, un alojamiento bed & breakfast ubicado en el Viejo San Juan, decidió que permanecerá cerrado hasta que culmine el toque de queda.

“Entendemos que no es justo que venga un huésped a estar encerrado en las facilidades porque no puede salir libremente a pasear por el Viejo San Juan porque hay un toque de queda que se lo prohíbe… Así que vamos a aprovechar este tiempo para organizarnos y preparar las facilidades en términos de lo que exige la guía de la Compañía de Turismo”, dijo.

Ramírez ha invertido más de $2,500 en equipo de protección personal para sus tres empleados, en la adquisición de termómetros infrarrojos, dispensadores automáticos de antibacterial, así como en un rociador electrostático que utilizará para desinfectar el equipaje y zapatos de sus huéspedes.

“Pienso que el turismo local v a coger otro giro y será atractivo para nuestra gente pues lo tendrán bastante presente a la hora de elegir qué hacer diferente con sus familias. La opción de viajar será mucho menos y tengo la esperanza de que el turismo interno despegue de ahora en adelante”, expresó el también presidente de la Asociación de Bed&Breakfast de Puerto Rico, el cual agrupa a 10 hospederías de esta categoría en los pueblos de Cabo Rojo, San Germán, San Sebastián, Río Grande, Naguabo, Condado y San Juan.

Algunas regulaciones aplicables a hoteles, resorts, paradores, posadas, bed & breakfasts, pequeñas hospederías, condo-hoteles, guesthouses, hostales y propiedades tipo time-share son las siguientes:

  • Implantación de puntos de cotejo de bienestar (wellness check point) para todos los huéspedes y clientes a al entrada de las hospederías. Se debe ofrecer asistencia a cualquier huésped que tenga una temperatura mayor a 100.4 grados Farenheit.
  • Toda pieza de equipaje debe ser desinfectada.
  • Todo huésped debe utilizar mascarilla mientras se encuentra en áreas públicas. Si el huésped no tiene una, el personal debe proveerle una.
  • El mostrador principal (front desk), área de equipaje, entre otros puntos deben tener dispensadores de sanitizer.
  • Todo huésped debe recibir un folleto detallando medidas de seguridad e higiene implantadas en el lugar.
  • Se suspenderán servicios de mini-bar y venta de artículos en habitaciones.
  • En áreas de recepción y lounge deben garantizar los seis pies de distanciamiento físico.
  • Se prohíben las estaciones self-service de agua, aperitivos, snacks, café, entre otros.
  • Los ascensores podrán entrar una persona o grupo de personas hospedándose en la misma habitación.
  • El ‘room service’ debe realizarse sin puntos de contacto.
  • En las piscinas, jacuzzis y playa las posiciones de las sillas o mesas deben garantizar los seis pies de distanciamiento. La quinta orden ejecutiva indica que sólo podrá utilizarse el 25% de la ocupación en estas zonas. Los huéspedes deben garantizar el distanciamiento social mientras están dentro de las piscina, jacuzzi o playa. Actualmente, el uso de playas es sólo para fines recreativos (nadar, snorkeling, paddleboarding, surfing, entre otras). Algunas hospederías han adoptado un plan de uso de piscina que divide el horario de esparcimiento entre clientes de acuerdo a los colores de una pulsera que se les otorgará cuando hagan el check-in. Por ejemplo, los que tengan la pulsera roja podrán visitar la piscina en horario de 10:00 de la mañana a 1:00 de la tarde.
  • Los spas y gimnasios deben permanecer cerrados hasta nuevo aviso.
  • El servicio de mucama (Housekeeping) indica que la ropa de cama debe cambiarse por lo menso una vez cada dos días o según requerido por el cliente. Las toallas o artículos de aseo deben reemplazarse luego de la salida del huésped y se prohíbe su reuso. Se deben desinfectar perillas, escritorios, mesas, sillas, lámparas, tiradores de gavetas, interruptores eléctricos, termostatos, refrigerador, entre otras cosas.
  • En caso de que se notifique la posibilidad de un caso sospechoso, ya sea empleado o huésped, se debe tener un ascensor designado para manejar los mismos. Dentro de cada ascensor debe haber un dispensador de sanitizer.