Sin embargo, si se mantiene el impulso a esas siembras iniciado por la presente administración, probablemente en otros periodos de gran demanda el gandul boricua no será un producto tan escaso.

En entrevista con Primera Hora, la secretaria del Departamento de Agricultura, Myrna Comas, manifestó que en menos de tres años se han triplicado las tierras dedicadas al cultivo de los gandules puertorriqueños.

“Cuando llegué al Departamento de Agricultura, en 2013, solo había 60 cuerdas dedicadas al cultivo de gandules, pero ya hemos triplicado las siembras”, sostuvo la funcionaria al reconocer la escasez actual de ese producto.

“Como parte del plan de seguridad alimentaria que hemos estado promoviendo, ahora tenemos 150 cuerdas de gandules sembradas en Villalba y 42 en Sabana Grande para un total de 192 cuerdas”, destacó la agrónoma.

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Explicó que de 2012 a 2013, hubo una producción de gandules del País de 2,000 quintales, pero ya en el periodo de 2014 a 2015 aumentó a 5,447.

Recientemente, algunos agricultores expresaron a Primera Hora que persiste preocupación por la escasez de los gandules locales, sobre todo después de los periodos de intensa lluvia, que pueden limitar la producción.

Los gandules locales, cuyo sabor y frescura son parte de sus atributos principales, reciben hace años el golpe contundente de un mercadeo agresivo de granos importados enlatados y en empaques congelados que en ciertos comercios se colocan estratégicamente para dar la ilusión de que son de aquí.

“A corto plazo no veo que podamos acaparar el 100% del mercado local, pero podríamos estar supliendo hasta un 40% en un futuro”, estimó Comas.

La semilla del gandul boricua es limitada, pero se produce con gran celo en la Estación Agrícola de Isabela, mencionó Comas; no obstante, pequeños agricultores tienen cultivos en sus casas o finquitas.

Si la lluvia o alguna plaga no los arruina, una siembra de gandules puede propiciar al menos tres cosechas en un año. 

Preocupación latente

Norberto Cruz Linares, quien está a cargo de la región de Ponce en el Departamento de Agricultura, dijo a Primera Hora que las lluvias fuertes preocupan a los cultivadores de gandules porque por la precipitación excesiva limitan las florecidas.

“Si sigue la lluvia no envainan, pero estamos confiados de que vendrá una buena cosecha, aunque para fines de diciembre”, sostuvo.

En otros periodos, con menos lluvia, en noviembre había bastante grano local, explicó.

Sin embargo, dijo que los agricultores de Villalba y Sabana Grande están confiados de que pronto estarán listos para la mesa.

Cruz Linares precisó que el producto local no tiene comparación con los extranjeros.

“Ese de las latas y el congelado, eso no tiene ningún sabor”, expresó.