Como parte de una investigación profunda sobre los efectos del apagón más largo en la historia de Estados Unidos a causa del huracán María en Puerto Rico, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, en inglés) ha develado increíbles imágenes desde el espacio.

Los hallazgos, presentados ayer en la reunión de la Unión Geofísica Americana en Washington, ilustran el asombroso alcance del daño del huracán María tanto al medioambiente natural como a las comunidades.

En los días, semanas y meses posteriores al evento atmosférico, el físico Miguel Román, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y sus colegas desarrollaron mapas de iluminación a nivel de vecindario en comunidades de todo Puerto Rico.

Para hacer esto, combinaron los datos satelitales diarios de la Tierra durante la noche.

Según comunicaron, una parte desproporcionada de fallas de energía de larga duración ocurrieron en comunidades rurales.

El estudio encontró que el 41 por ciento de los municipios rurales de Puerto Rico experimentaron períodos prolongados de interrupción, en comparación con el 29 por ciento de las áreas urbanas.

Cuando combinaron las fallas de energía en las comunidades rurales, representaron el 61% de las 3,900 horas sin servicio de energía eléctrica tras seis meses después del huracán María. Esto el apagón de Puerto Rico como el segundo más largo mundialmente.

Estas regiones rurales, que principalmente están en el interior montañoso del país, los residentes estuvieron sin electricidad durante más de 120 días. Sin embargo, incluso las áreas más densamente pobladas tenían tasas de recuperación variables entre vecindarios, con los suburbios a menudo rezagados detrás de los centros urbanos.

De acuerdo a Román, la diferencia entre las tasas de recuperación urbana y rural se debe en parte a la configuración centralizada de la red de energía de Puerto Rico que dirige toda la energía a las ubicaciones priorizadas en lugar de estar basada en la proximidad a la planta eléctrica.

Las áreas se priorizaron, en parte, en función de la densidad de su población, lo que es una desventaja para las áreas rurales. Dentro de las ciudades, las casas aisladas y las áreas suburbanas de baja densidad tampoco tenían electricidad durante más tiempo, explicó.

"Los daños causados por el huracán en las carreteras, las líneas de alta tensión y los puentes provocaron fallas en cascada en múltiples sectores, lo que hace que muchas áreas sean inaccesibles para los esfuerzos de recuperación. Por lo tanto, las personas perdieron el acceso a otros servicios básicos como agua potable, saneamiento y alimentos, durante períodos prolongados", sostuvo en un parte de prensa.