El gobernador Pedro Pierluisi adjudicó esta tarde los derrumbes en carreteras e inundaciones que se reportaron este fin de semana al cambio climático e intensidad de la temporada de huracanes que finaliza el 30 de noviembre.

“Entiendo, en gran medida, (que) responde al cambio climático y a la intensidad de esta época de huracanes. Hemos tenido una época bien (activa) y una cantidad de lluvia, no voy a decir sin precedentes, pero de gran envergadura”, comentó en conferencia de prensa.

A preguntas de este diario sobre la responsabilidad del Gobierno para ser más proactivo en mitigar la gravedad de daños en viviendas y carreteras que podría ocasionar este cambio climático, el Primer Ejecutivo se limitó a decir que “es un esfuerzo continuo del Gobierno estar proveyéndole mayor seguridad vial a nuestra ciudadanía y, por otro lado, atendiendo el asunto de viviendas que están mal ubicadas y susceptibles de inundaciones y, de igual manera, susceptible a erosión costera.

“Es un trabajo complejo, pero estamos dirigidos a atenderlo”, aseguró.

Previo a que iniciara la temporada de huracanes en junio de 2021, meteorólogos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) ya habían pronosticado una temporada de huracanes sumamente activa. Esta advertencia se materializó en Puerto Rico con el paso del huracán Fiona el 18 de septiembre- que dejó 30 pulgadas de lluvia en la Isla- y en el suroeste y centro de Florida con el paso de Ian, así como otros fenómenos atmosféricos que impactaron a América Latina.

“El cambio climático ha sido algo que hace cinco años no se quería asociar. Ahora, tenemos que asociarlo, porque vemos estos comportamientos que han sido bien atípicos. En cuestión de menos de un mes, hemos recibido sobre 50 pulgadas de lluvia en nuestra Isla entre una cosa y la otra y eso hay que reseñarlo”, expresó, por su parte, el comisionado del Negociado de Manejo de Emergencia y Administración de Desastres (NMEAD), Nino Correa.

Al filo de que finalice la temporada de huracanes el 30 de noviembre, los sistemas en el mar Caribe continúan provocando fuertes lluvias en Puerto Rico. Desde el viernes, gran parte de la Isla ha recibido una acumulación de entre 1 a 4 pulgadas de lluvia, mientras que los municipios sureños, como Peñuelas, Ponce, Juana Díaz, Santa Isabel y Salinas, han tenido hasta 6 pulgadas de precipitación, informó el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan.

Es esta precipitación, según Pierluisi, lo que ha afectado la topografía natural de la Isla, provocando múltiples derrumbes de piedras y deslizamientos.

“Lo otro que estoy viendo son desprendimientos, deslizamientos. Esto tiene que ver con la topografía de Puerto Rico. Tenemos áreas montañosas, áreas que de por sí pueden ser peligrosas, pero lo importante es cuando ocurren estos eventos la respuesta sea rápida y lo ha sido y, de igual manera, que las obras para reparar las carreteras o puentes sean buenas, sean resilientes”, manifestó.

De acuerdo a la secretaria del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Eileen Vélez Vega, estas lluvias han sido la causa de los 40 incidentes en las carreteras reportados hasta esta tarde, los cuales incluyen derrumbes, deslizamientos e inundaciones en vías de tránsito, puentes y vados. Esto ha afectado a 45 carreteras en 27 municipios, especificó.

Vélez Vega y el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), Edwin González Montalvo, coincidieron que el incidente más significativo es el derrumbe de piedras en el expreso PR-52, que conecta a Salinas y Cayey y es la vía principal para los conductores que viajan desde el sur de la Isla hasta el área metropolitana. Este derrumbe obstaculizó dos carriles en el kilómetro 49 de la carretera, pues rocas de hasta 10′x10′ y 10′x15′ cayeron sobre el pavimento.

“En este caso de la PR-52 mallas (de seguridad) no hubieran ayudado. Estamos hablando de un deslizamiento mayor”, indicó González Montalvo a Primera Hora.

Pierluisi, además, recalcó que su administración se ha enfocado en invertir “una cantidad mucho mayor” en el mantenimiento de las carreteras de lo que se ha hecho en el pasado, pues el DTOP tiene $237 millones de los fondos de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) asignados para el manteamiento de vías de tránsito y áreas verdes, repavimentación y equipo pesado y el ACT trabaja en proyectos activos que asciende en la inversión de $600 millones.

“Sé que nuestras carreteras están ahora mismo en un proceso de mejoras tremendas. Ahí sí puedo decir (que es) nunca antes visto en su envergadura”, confió Pierluisi.