En Puerto Rico se venden en promedio más autos Porshe que en Estados Unidos, Brasil, o Argentina... en realidad más que en cualquier país en América. 

Sin embargo, solo un 30 % de la población es la que trabaja. Y esto es tan solo un ejemplo de la gran desigualdad social que vivimos, advirtió  el sociólogo César Rey en una conferencia magistral en el recinto de Carolina de la Universidad de Puerto Rico.

“Ese consumo desenfrenado contrasta salvajemente”, apuntó.   

Según adelantó el educador, hay un estudio realizado por el Proyecto de Naciones Unidas de Desarrollo del Perú que comparó varias naciones y  arrojó que nuestra Isla está entre los cinco países con mayor desigualdad en el mundo. 

“Es un informe que está próximo a salir y en el que hemos participado cerca de 20 profesores de la Universidad de Puerto Rico, de distintos recintos  y por primera vez se va a hacer un calibre de la desigualdad en Puerto Rico con el resto del mundo”, aseguró.

“Obviamente, no es la pobreza que se vive en Haití o la que se vive en el centro de África. Es cómo está distribuida la riqueza y la falta de bienestar en cultura, en salud, la  falta de acceso, todo eso y esa mirada que tenemos que tener de Puerto Rico”, agregó el también ex secretario de Educación y catedrático.

Pero el estudio de nuestra realidad no se debe quedar en el asombro ni en papeles, sino que los estudiantes deben investigar más a fondo  las razones de tanta desigualdad social y, más importante aún, las posibles alternativas.

Dijo que una persona que no tiene acceso a buenos servicios de  salud, a una buena educación, a un ocio productivo, no está en igualdad de condiciones sociales. Eso a su vez trae consigo muchos otros problemas.

El hecho de que el 30% de la economía sea informal y que de ese renglón el 85% provenga de actividades ilícitas, es otro aspecto con lo que se debe trabajar para cambiarlo, indicó.

Por otro lado, dijo que cerca de medio millón de personas se ha marchado de Puerto Rico en una década, lo que nos ubica en el tope de otra lista amarga: la de  países  con más cantidad de personas que emigran, sin estar en guerra.

Recordó que en Estados Unidos ya viven cerca de 5.6 millones de puertorriqueños mientras que aquí quedan cerca de 3.2 millones.

Asimismo, Rey anticipó que estamos ante un cambio de vida y que en cinco años el país no volverá a ser igual ante la magnitud de la crisis fiscal del gobierno, junto a emigración. Las soluciones radicales que seguramente llegarán nos van a cambiar por completo.

Ante lo que viene exhortó a los estudiantes que se dieron cita en el teatro del recinto a investigar y no quedarse como espectadores, sino a utilizar la creatividad para insertarse en los procesos que se avecinan. 

Les pidió también que sus ideas, tesis e investigaciones no se queden en las bibliotecas, sino que sean militantes y empujen mejores políticas públicas, aunque se tarden nueve años como pasó con el tema que él ha trabajado de erradicar  la trata humana y que por fin ya se reconoce como un asunto que se debe atajar. 

Los urgió también a que no sigan la corriente de las personas, a quienes llamó “todólogos”, que desde las 5:00 de la mañana están opinando en los medios electrónicos, sin datos y sin investigación que sustente lo que hablan.

“Estamos infectados de opinión de analistos... lo fácil es opinar, lo difícil es sentarse a investigar y probar que tu hipótesis es cierta”, indicó.

Sobre la educación insistió en que hace falta un proyecto a largo plazo. 

“Vivimos en la sociedad del servicarro donde compramos, consumimos y desechamos... eso es terrible porque no tenemos un sentido de dirección fija”, lamentó.

Aseguró que establecer  proyectos educativos bien pensados que no cambien de acuerdo al partido que gane las elecciones, fue uno de los ingredientes del éxito de países como Corea del Sur y de Irlanda que hoy en día son grandes potencias en términos de educación.

“Ambos estuvieron devastados por distintas condiciones y guerras, pero la capacidad de reconstruirse es total. Si tenemos fe en nosotros es posible. Ese elemento hay que trabajarlo y le toca a la academia porque es el espacio privilegiado de conocimiento, investigación, objetividad, no de neutralidad... Esos ejemplos nos deben provocar un emplazamiento certero para aportar a la sociedad”, expresó.

Lo que no puede seguir ocurriendo es que haya más puntos de venta de drogas que escuela, como pasa ahora, afirmó.

“Vamos a tener un proyecto de país, piensen qué país desean y trabajen por eso”, pidió.