A Hilda Cruz, ayudar se le da por naturaleza. Por eso seleccionó el trabajo social como carrera. En ese devenir de su vida personal y profesional ha visto muchas situaciones y ha ayudado a levantarse a muchos.

Y como le ocurre a muchos que trabajan con estudiantes, siempre hay algunos que se identifican o apegan más a ellos. Ese es el caso de una jovencita de 14 años, Milein Rosado Rodríguez, residente en Santa Isabel.

Esa es una de las jóvenes que la reciben con un abrazo todas las mañanas en el Centro Residencial de Oportunidades Educativas de Villalba (CROEV), una escuela especializada dirigida a estudiantes talentosos.

Un día la jovencita se quejó de dolor de cabeza y se desmayó. Tras realizársele estudios, fue operada de emergencia. Ahora, enfrenta un tratamiento de quimioterapia debido a un tumor en la cabeza y ha perdido su cabello.

Por esto, Cruz decidió raparse en solidaridad con la estudiante y en memoria de su cuñada que falleció recientemente por la misma enfermedad.

“Fue gratificante ponerme en los zapatos de Milein. Es una experiencia muy personal”, dijo la funcionaria del Departamento de Educación, quien confesó que lloró mucho por ambas.

La gesta de Cruz motivó a los muchachos del equipo de soccer de la escuela a hacer lo mismo.

“Mis estudiantes son mis hijos por cualquiera de ellos yo lo haría. Es algo muy importante para mí. Ella (Milein) es un milagro, según los doctores”.