Mi adolescencia la pasé su lado... ¡qué privilegio! La primera trompeta nacional, maestro músico, arreglista, director de orquesta, productor de discos y jingles comerciales.

De todo eso participé cuando por su iniciativa me convertí en su alumno. 

Elías Lopés García se nos adelantó el pasado 23 de octubre dejando a su familia, sus amigos y colegas la triste y dolorosa sorpresa de su prematura partida.

La noticia, como a todos, me cayó como un balde de agua fría, en estos días cuando las noticias tristes abundan en mi bendita isla.

Fue inevitable dar un viaje de nostalgia. Momentos vitales de mi carrera y una cantidad enorme de anécdotas pasaron por mi mente. 

Con cariño recordé cuando gracias a mi querido y maestro Mario Ortiz conocí a Elías en mi primer ensayo para grabar.

Nunca olvidaré la broma que me gastara para romper el hielo entre todos aquellos profesores el “muchachito de Country Club “, amateur e inexperto.

Un año más tarde nos reencontramos cuando el maestro fungía como director musical de La Orquesta La Grande de José Canales.

Ahí nació nuestra relación personal y profesional más estrecha. 

Bajo su tutela hice mi primer viaje como profesional. 

Lecciones intensas sobre la música, la disciplina, el respeto por la profesión y la responsabilidad de superarse cada día recibía a diario y tuve el privilegio de que me hiciera parte de su círculo profesional y familiar.

Su viuda, doña Cuqui, y sus hijos me trataron como parte de la familia mientras entre ensayos y proyectos pasaba largas horas aprendiendo de este gigante de la música a quien despedimos. Como olvidar al compadre Vitín, a “Palillo” Santiago, gloria del baseball y al Indio Martínez excelente músico.

Las parrandas navideñas que compartí con él eran legendarias, igual que las fiestas de la calle allá donde residía allá en Carolina.

Su seriedad para el trabajo, su disciplina, su estilo muy estricto de tomar la música muy en serio contrastaba con su carácter jovial y su agudo sentido del humor.

Sus frases serán siempre recordadas: “Te estás cubriendo de gloria”, “Sería más que un canalla”, “El éxito está asegurado”, entre otras, y sin olvidar su popular, “¡¡¡Que bárbaro!!!”.

Amante de los deportes, especialmente el baloncesto y el baseball.

Su hoja de servicios incluye su paso por diferentes agrupaciones de primer orden.

Mario Ortiz and his All Star Band, El Gran Combo de Puerto Rico, El Apollo Sound de Roberto Roena (fundador), Puerto Rico All Stars, y su propia agrupación, Elías Lopés y Compañía, son solo algunas. 

Es meritorio destacar su proyecto Trompeta con Trovadores, que ayudó a reconocer el valor de grandes trovadores como el maestro Luis Miranda y elevó a la posición de protagonistas a este grupo selecto de exquisitos artistas de nuestra cultura.

A través de los años siempre colaboramos Elías y yo en diversos proyectos y nunca me faltó su cariño y buen trato.

La última vez que lo vi, formaba parte de la reunión de la All Star Band dirigida por Mario Ortiz Jr. en un homenaje a su padre. Entre bromas y demostraciones de cariño “conspiraba” con mi esposa Alexandra una visita a nuestra casa para realizar otra de sus actividades favoritas... comer.

Lamentablemente, el destino tenía otros planes.

Agradecido por su aportación a mi carrera y a mi vida personal. Nada de lo que eventualmente pasó con el “Caballero de la Salsa” hubiera sido posible sin las enseñanzas del maestro Elías.

Elías Lopés García, te vamos a extrañar. La música y los músicos, tu familia y tus amigos, tus vecinos y nosotros tus alumnos. Tu música y tu recuerdo nos servirá para llenar el vacío que tan sorpresivamente dejaste.

Descansa en paz y yo “sería más que un canalla” si no te dedicara esta columna para decirte… ¡Vuela alto Elías!

¡Camínalo!