Hablemos de ética

No hay nada peor que ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Eso es exactamente lo que le pasa a la directora de la Oficina de Ética Gubernamental (OEG), Zulma Rosario Vega, quien la semana pasada formalizó una querella contra el ex secretario de Justicia Luis Sánchez Betances. La querella le imputa al ex funcionario ejercer presiones indebidas en favor de su amigo y colega Jaime Sifre Rodríguez, detenido en diciembre por la Policía por guiar hablando por su celular y luego por sospecha de manejar ebrio. Aunque negó la supuesta influencia indebida, Sánchez Betances renunció días después a su cargo, pero Rosario Vega mantuvo vivo el asunto.

Bajo los parámetros con que Rosario Vega juzga ahora a Sánchez Betances, habría que juzgarla también a ella por defender a capa y espada a un amigo de su “familia extendida”, Juan Ramón Cotto Vives. Rosario Vega designó a Cotto Vives en enero de 2011 como director auxiliar del área de Investigaciones y Procesamiento Administrativo de OEG a pesar de que había sido convicto en la esfera federal en 1985 por un caso de corrupción y había sido desaforado por el Tribunal Supremo, según publicó El Nuevo Día el 24 de marzo de 2011.

A Cotto Vives, quien es hermano de la presidenta del panel de ex jueces del Fiscal Especial Independiente (FEI), Nydia Cotto Vives, no se le permitió practicar la abogacía durante 23 años, pero Rosario Vega no solo le ofreció trabajo, sino que también intervino activamente para que el Tribunal Supremo lo restituyera en la profesión en marzo de 2009, según reportó Primera Hora el 25 de marzo de 2011. La funcionaria le envió cartas al Tribunal Supremo en 1995 y en 2008 para acompañar sendas peticiones de reinstalación que hizo el suspendido. Además de las cartas, en 2009 Rosario Vega fue testigo de reputación de Cotto Vives en la vista que se realizó para atender el asunto de su reinstalación. Pero, como dice el refrán, donde dice digo Rosario Vega dice diego, pues el 29 de septiembre de 2010 concluyó que un empleado municipal de Orocovis no podía estar en el Comité de Ética de la municipalidad. “No debe ser miembro del comité una persona que haya sido objeto de alguna acción disciplinaria, menos aún debe ser miembro un servidor público objeto de una multa por violar las disposiciones de la Ley de Ética Gubernamental o del Reglamento de Ética”, escribió Rosario Vega, según la citó Primera Hora el 26 de marzo de 2011. Nada más con el testigo.

Procurador de sí mismo

El ex procurador del Ciudadano Carlos López Nieves no deja de asombrar al País. Si ya era escandaloso el informe de la Oficina del Contralor sobre su despilfarro de fondos públicos cuando ocupaba el cargo, bota la bola la revelación en corte, por parte de una empleada que se identificó como su ex amante, de que López Nieves la llevó a Las Vegas y a España usando fondos públicos. Pero la historia de las andanzas de López Nieves no es nueva. Quien quiera conocer detalles de sus actuaciones como legislador puede acudir al libro “Los honorables” que escribió su correligionario, el ex senador Nicolás Nogueras, quien le dedica un capítulo entero. O preguntarle a la actual procuradora del Ciudadano, su correligionaria Iris Miriam Ruiz, quien lleva años resistiéndose al reclamo de López Nieves de que se le pague una bonificación de $50,000.

Vino, habló y se fue

Tras un silencio público de más de un año, el ex gobernador Luis Fortuño regresó al País para lavarse las manos en el tema de la deuda pública, la que aumentó en $16,555 millones. Ni siquiera se sonrojó al alegar que lo que él hizo fue dejar las arcas públicas en plena recuperación.