Para ser bien sincera:

Cuando estoy en la cama, estoy con esas ganas fulminantes de dormir y mi pareja se me pega para abrazarme pienso dos cosas: 1. qué tierno y 2. que termine que tengo sueño.

No me mal entiendan, la realidad es que disfruto su compañía y me encanta que me abrace mientras vemos televisión o conversamos sobre nuestras cosas. Pero cuando es a dormir, ES A DORMIR.

No soy yo, es algo que no está en mí. No lo puedo controlar. Sencillamente mi piel rechaza la cercanía de otra piel cuando tengo sueño.

Entonces comienzan los pensamientos negativos:

¡Ay Dios mío! Tantas horas que tiene para abrazarme y se me pega cuando quiero dormir”. O, “bendito sea Dios, que sueño tengo y ahora es que se puso afectivo”.

Comentarios nefastos, lo sé, pero son involuntarios, lo juro.

Creo que es algo sicológico.

Total, que al final me abraza aunque yo no quiera.

Un estudio titulado “El arte de dormir” realizado por un portal de Internet en España llamado “Meetic” reveló que ocho de cada diez parejas prefieren no dormir abrazadas. Según ellos, el dato sorprende ya que también hoy día se sabe que cuatro de cada diez solteros admiten dormir abrazados a un peluche o a la almohada.

Otros aspectos interesantes que reveló el estudio:

-Dormir de lado es una de las preferencias, tanto de emparejados como de solteros (76% y 70% respectivamente).

- El uso de pijama se da de manera frecuente. Si especificamos porcentajes, hablaríamos del 56% de la gente.

- El 36% de los solteros duerme en ropa interior.

-“Estar desnudo” mientras se duerme también supone una tendencia en alza.

- El 53% de quienes viven en pareja admite haber engordado.

Pero en Puerto Rico, ¿cuál sería la excusa perfecta para alejar a tu pareja del “Teddy Moment” de la noche?

¡NEN@, ECHA PA’ ALLA QUE HACE CALOR!

Jajajaja

Y a tí, ¿cómo te gusta dormir, abrazadito o separado?

Cuéntame a janizabeth.sanchez@gmail.com.

Besos de miel...

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