Estuve de vacaciones por el Caribe en un crucero de  esos en los que hay de todo. La variedad es interminable. Hay variedad de comida, de música, actividades, postres, en fin, de todo para todos los gustos.

Pero la variedad también está en la gente que se ve allí, con la que se comparte una “residencia” por una semana, con la que te cruzas en pasillos, barras, piscinas.

En mi viaje conocí a una pareja de casados, jovencitos, muy lindos y con un brillo en sus ojos, de esos que solo tienen los jóvenes con sueños, metas, aspiraciones en la vida.

Coincidimos con ellos en la cena y de ahí en adelante nos vimos en todo el viaje.

A lo que voy. He conocido gente con costumbres de todo tipo, desde las más sencillas y comunes hasta las más extrañas e inimaginables.

Pues resulta que este chico, de unos 21 años, nos contó a mi esposo y a mí que desde que era un niñito desarrolló una costumbre que en mis 34 años jamás había conocido de nadie que la tuviera.

Resulta que el chico acostumbra orinar afuera. Así como lo lee, AFUERA DE LA CASA, o sea en el patio.

Pero eso no es todo, este muchacho sí que está a otro nivel, pues no se limita a su propia casa, sino que lo hace en cada lugar a donde va.

De hecho, la novia nos contó que la primera vez que lo cogió haciéndolo en el patio de la casa de sus padres cuando aún eran novios, no podía salir de su asombro.

Así me quedé yo, como que ¿WTF? Eso es una MALA COSTUMBRE DEL CARÁ!

Pero luego, me puse a pensar: ¿por qué señalar como mala una costumbre solo por el hecho de que no es normal?

He conocido gente que se lava los dientes en la mañana, pero luego de desayunar, personas que se rascan los pies y luego se los huelen, sí, eso es asqueroso, otros que acostumbran bañarse luego de usar el baño. En fin, miles de costumbres…¿buenas o malas? He ahí la cuestión.

Lo cierto es que cada ser humano las desarrolla con el paso de los años, adaptándose a ese estilo. Lo que no se vale es marcarlos.

En fin, me encantaron mis vacaciones y me encantó conocer al luquillense que orina en el patio de su casa. Total, que la más beneficiada es la esposa, porque tiene el baño para ELLA SOLITA.