Basado en sus experiencias, las primeras 72 horas serán cruciales para la eventual recuperación de cualquier boxedor que sufra  una lesión similar.      

“El futuro dependerá del mismo físico del atleta, aunque pasó a ser un paciente. Es algo bien complicado debido a que el boxeo es un deporte peligroso, es de impacto, y el 70 por ciento de los golpes son en la cabeza”, indicó Nordelo a Primera Hora vía telefónica desde Miami, Florida.

El médico, que estuvo ligado durante años  al boxeo aficionado en Cuba, explicó que el cuerpo es el que se encarga de manejar la etapa inicial de la recuperación.

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“El mismo organismo tiene que salir del estado de coma. Prácticamente se utilizan medicamentos para tratar la inflamación, para mantener al paciente, pero es un pronóstico bien reservado. Inclusive, el neurólogo que está atiendiendo a Prichard, no sabe lo que puede pasar. Las primeras 72 horas son cruciales para ver cómo reacciona el organismo”, resaltó.

Nordelo  no se atrevió a ofrecer un prognosis de Colón debido a que no estuvo presente en el combate. No obstante, adelantó que existen dos  posibles escenarios.  

“Los atletas que caen en daños cerebrales a veces son permanentes. Dejan de funcionar partes del cuerpo como un brazo, una pierna, un lateral o un  cuadrante. A veces terminan sin problemas y continúan sus vidas normales. Es un cuadro bien de cuidado que se le debe dar la mayor atención posible”, mencionó.

Las primeras señales de que un peleador pudo haber sufrido algún tipo de lesión cerebral es la pérdida  de  coordinación de las extremidades y dificultad para hablar claramente.         

“La conexión entre el cerebro y el cuerpo deja de existir. Las conexiones con las neuronas se empiezan a interrumpir. Los primeros síntomas es que caen en un letargo, como un sueño hasta que están en coma. Los médicos a veces lo hacen adrede para que el cuerpo se recupere. El cuerpo   va perdiendo la movilidad y  la coordinación, ya que el cerebro es el que organiza todas las funciones. Al perderse la conexión no sabe qué hacer”, sostuvo Norbelo.

Colón tuvo que ser operado para aliviar la presión en el cerebro por el sangrado.

“Se hace un drenaje para tratar de drenar la sangre. A veces termina positivo”, dijo.

Asimismo, indicó que los efectos varían entre ninguno, la pérdida de un movimiento,  o hasta  la muerte.

“Puede ser que se afecte una mano, un brazo o una pierna, También cambios en el carácter, cambia su forma de ser. Aunque puede ser nada. En dos o tres meses se recuperan y los he visto que continúan boxeando”, resaltó.

Norbelo recalcó que el boxeador podría tener un temor por regresar a un ring.

“Hay personas que les cuesta trabajo volver a boxear, pero eso es más un daño sicológico, no físico. Por eso, generalmente nunca más boxean después de un daño tan grave. Pero algunas veces quedan perfectamente bien y puede seguir boxeando, solo que no lo hacen por eso. Además, la presión de la familia y nadie desea que ocurra otra vez. Todo depende  de  la gravedad del sangrado y lo efectivo del drenaje”, concluyó.