El cuerpo de la triatleta puertorriqueña Melissa Ríos la traicionó cuando terminaba el tramo en bicicleta de la competencia, donde estuvo a punto de quitarse de la carrera por un problema de salud que no quiso revelar.

Sin embargo, la cialeña no se rindió y batalló con todas sus fuerzas contra su propio cuerpo, luego  de sentirse paralizada por casi 40 minutos, para lograr finalizar el tramo en la posición número 20, con un tiempo de 2 horas, 6 minutos y 32 segundos.

“Tuve problemas que no vienen al caso. Pensé quitarme de la carrera porque no me podía mover. Había unos jueces  y me preguntaron si me podían ayudar y yo les decía: ‘es que no me puedo mover’”, contó la atleta de 27 años a su salida del Ontario West Channel Place.

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Era evidente la decepción de Melissa, cuya meta era llegar entre las primeras 10 competidoras. No había sonrisas, ni fuerza en su voz y su mirada se perdía en el suelo mientras narraba lo sucedido.

“No me siento muy contenta pero estoy tranquila”, dijo.

Ríos había empezado la carrera fuerte. Las preocupaciones que tenía por la selección que hizo del lugar de arranque se disiparon cuando llegó al lago.

“Cuando arrancamos la verdad es que, no es por despreciar a las demás, pero creo que el mejor ‘spot lo cogí yo. Cuando nos tiramos al agua me ayudó demasiado la posición que escogí. Me favoreció muchísimo. Salí muy bien del agua hice una buena transición y abrí un ‘gap’ enorme junto a la mexicana en la natación”, detalló.

Sin embargo, no todo fue negativo para Melissa. El frío canadiense no representó inconvenientes ya que la temperatura subió a 79 grados Fahrenheit. Además,  reconoció que ese primer tramo lo pudo dominar con comodidad.

“Jamás pensé que me fuera air también en la natación.  Jamás pensé que en unos juegos panamericanos me iba a escapar, estoy bien contenta con eso”, mencionó y dejo escapar una sonrisa.  “Me hubiera gustado correr mejor pero hay cosas que uno no puede controlar”, agregó.

La corrida fue el tramo más retante para Melissa, pero escuchar  la voz de su hermana, Militza, desde las gradas le dio el empujón que necesitaba.

“Yo lo único que escuchaba era: Meli, vas bien, estás corriendo bien”, recordó.

La atleta ahora tomará un merecido descanso luego de meses de preparación y entrenamiento los siete días de la semana.

“Ha sido demasiado estrés la preparación para aquí. Ahora quiero descansar y que sea lo que Dios quiera. Tengo planes de hacer otras cosas fuera  del triatlón y me quiero encaminar a eso”, dijo sin revelar más detalles.

La ganadora del triatlón, que comenzó a las 8:00 a.m., fue la chilena Bárbara Riveros, quien se llevó la medalla de oro con un tiempo de 1 hora, 57 minutos y 18 segundos.  Luego llegó la mexicana Paola Díaz (1 hora, 57 minutos y 48 segundos) y en tercer lugar la bermudeña Flora Duffy (1 hora, 57 minutos y 48 segundos).

Desde que se compitió por primera vez en los Panamericanos de Mar de Plata 1995, el evento había sido dominado por competidoras de Estados Unidos y Canadá, que salían como las favoritas. La primera representante de Estados Unidos que llegó a la meta fue Chelsea Burns, en quinto lugar (1 hora, 58 minutos y 29 segundos), mientras que la primera que arribó de Canadá fue Ellen Pennock, en sexta posición (1 hora, 58 minutos y 42 segundos).