La sangre es sinónimo de vida, pero a la misma vez puede causar serios problemas de salud. Un ejemplo de esto es la trombosis venosa profunda –o DVT, por sus siglas en inglés–.

“El DVT es un coágulo de sangre que ocurre en una vena profunda del cuerpo, casi siempre en una extremidad inferior”, explicó el cirujano vascular Iván Domínguez, del Hospital Pavía en Santurce. “Los síntomas más comunes son hinchazón, dolor y cambios de coloración o temperatura en la piel”, agregó el galeno.

Cuando ocurre un coágulo, la sangre se solidifica, lo que afecta su flujo en un vaso sanguíneo. Cuando ese flujo disminuye, se le llama trombosis. Si el flujo se interrumpe completamente, se le llama embolia, una condición con consecuencias nefastas. En el caso del DVT, la condición frecuentemente desemboca en una embolia pulmonar que puede causar la muerte si no se trata a tiempo.

Existen tres tipos de DVT, dependiendo de dónde ocurren en el cuerpo. El primero es el de pantorrilla, cuyo tratamiento suele ser más benigno y a veces no requiere anticoagulante. Luego le sigue el DVT de muslo, que sí requiere tratamiento anticoagulante para evitar que el coágulo se rompa, viaje a los pulmones y cause una embolia.

El tercer tipo de DVT, el iliofemoral –que ocurre en las venas profundas un poco más arriba del muslo– es todavía más serio y frecuentemente requiere un procedimiento quirúrgico para tratar la trombosis. “Hay casos en que se puede desarrollar una gangrena venosa y el paciente puede perder una pierna”, sostuvo el doctor Domínguez.

Por fortuna, han ocurrido avances tecnológicos en el tratamiento de este tercer tipo de DVT. Un ejemplo es el sistema de trombectomía AngioJet, una innovadora tecnología médica de Boston Scientific.

En un procedimiento mínimamente invasivo, se le hace una incisión pequeña al paciente, donde entra el catéter especializado llamado ZelanteDVT (un tubo que se inserta en el vaso sanguíneo) y se inyecta un medicamento (conocido como TPA) directamente al coágulo para romperlo.

“AngioJet también tiene una segunda función de aspirar y esencialmente extraer el coágulo del cuerpo”, indicó el doctor Domínguez, quien desde enero ha realizado unos 200 procedimientos de este tipo.

Con esta novel tecnología que redunda en mejor calidad de vida, los pacientes por lo general pueden estar de vuelta a su hogar en 24 horas, y ven resultados al instante, compartió el especialista. Otro beneficio es que los pacientes ya no tienen que viajar fuera de la isla para tratar este tipo de DVT.

“Estamos muy complacidos porque el peritaje del doctor Domínguez, combinado con la tecnología de Boston Scientific, han hecho una gran diferencia en la vida de muchos pacientes”, celebró el licenciado Marcos D. Aguila Sastre, director ejecutivo del Hospital Pavía en Santurce.