Es ley de vida: cuando se enferma uno, se enferman todos en casa. Por más que tratamos de evitar la propagación del contagio, fallamos en algo y pasan estos momentos que se convierten en clásicos familiares.

1. Alguien querrá que verifiques si tiene fiebre cuando tengas las manos mojadas y no haya termómetro.

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2. Uno de los miembros del hogar pasará la gripe viendo Netflix, rodeado de papel con mocos que nunca tira al zafacón.

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3. Tu mesa de noche parecerá una foto de Shutterstock:

4. De día se sienten bien, pero cuando llega la noche:

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5. Las sopas de pollo se convertirán en la dieta oficial de la familia, pues es el único alimento que levanta el espíritu (y alivia la congestión):

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6. Todos probarán algún método distinto para curarse. No necesariamente van a funcionar.

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7. En algún momento, se sentirán así:

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8. Los obligarás a usar mascarillas para que no te peguen el virus.

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9. El "hand sanitizer" estará en todas partes:

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10. Y no falla, todos querrán cariño de mamá o papá:

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Para que tu casa no se convierta en un campo de batalla viral, no ignores los síntomas de la influenza. Si tienes fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cuerpo y de cabeza, mucosidad y fatiga, visita tu médico para que te realice una prueba de influenza.

Toma las medidas necesarias para prevenir el virus de temporada. Lávate las manos varias veces al día, evita el contacto con personas enfermas y cúbrete la nariz al toser o estornudar. También existen tratamientos antivirales que pueden prevenir que te enfermes.