Tu cuerpo exige que lo alimentes de diversas maneras a lo largo de tu vida. ¿Lo estás escuchando? Tranquilo, todavía estás a tiempo: comienza una nueva rutina alimentaria conforme a tu edad y adaptada a tu estilo de vida con las recomendaciones de la nutricionista Jennifer Santana.

Embarazo

La alimentación durante el embarazo debe ser alta en calcio y vitamina C, mediante el consumo de frutas, jugos naturales y productos derivados de la leche. En esta etapa debes aumentar tu ingesta de vitamina A, que se obtiene a través de carnes y vegetales. También vigila el ácido fólico y el hierro, consumiendo granos y vegetales de hojas verdes.

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Lactancia

Una madre lactante necesita consumir más líquidos para evitar la deshidratación. La licenciada Santana recomienda tomar por lo menos de ocho a diez vasos de agua al día.

Además de mantener los hábitos alimentarios que tenías durante el embarazo, se recomienda a las madres lactantes que eviten las calorías vacías provenientes de las azúcares refinadas de los refrescos, postres y bebidas con sabor a frutas.

Niñez

A esta edad, ya empiezan las tentaciones de comer dulces y alimentos sin valor nutricional. Es por esto que en lugar de bebidas con sabor a frutas, opta por jugos naturales o prepárales bebidas con frutas frescas o congeladas.

La licenciada Santana recomienda que introduzcas a su dieta alimentos de todos los grupos como carbohidratos saludables, que están en el arroz, habichuelas y viandas. Otro grupo importante son las proteínas. Una buena fuente es el pollo, pero no debe ser un “nugget”, es decir, ni frito ni procesado.

También es la época de los “picky eaters”, por lo que Santana sugiere en casos de rechazo de algún alimento intentar introducirlos más de una vez y prepáralos de modo vistoso.

Adolescencia

¿Recuerdas cuando eras adolescente y tenías hambre todo el tiempo? Esto tiene una explicación: el rápido desarrollo del adolescente exige un consumo grande de calorías. Los adolescentes necesitan más calcio, hierro, zinc y alimentos que recarguen sus energías.

Pero hay que velar las porciones, que van a depender del peso, estatura y necesidades individuales. Por eso, es necesario visitar un nutricionista que te oriente sobre qué debes comer y cuánto, según tus preferencias.

Adultez

Ser adulto es complicado, pero tener una rutina nutritiva no tiene que serlo. Revisa las etiquetas de los alimentos que ingieres y consulta con tu nutricionista el requisito calórico de tu cuerpo.

Si vas a beber, Santana recomienda hacerlo con moderación. Si ingieres licor fuerte, limítate a una onza si eres mujer y dos si eres hombre. Utiliza refrescos de dieta o jugos naturales en pequeñas cantidades para mezclar tus tragos. Si optas por cerveza, procura que sea “light”. Una copa de vino tinto es tu mejor opción.

Adulto mayor

En esta etapa, la nutricionista recomienda enfocarse en la modificación de texturas de los alimentos. Para esto, recomienda preparar purés, arroz y viandas majadas, así como carnes desmenuzadas y deshuesadas para evitar malnutrición.

Visita a un nutricionista o dietista licenciado antes de comenzar un nuevo plan de alimentación. Tú mismo te lo agradecerás.