En Puerto Rico, un promedio de 324 hombres y 121 mujeres son diagnosticados cada año con cáncer de cabeza y cuello, indicó María Cristy, vicepresidenta de Control de Cáncer de la Sociedad Americana Contra el Cáncer en Puerto Rico (SACCPR). Estos cánceres se desarrollan en la cavidad oral, orofaringe, senos paranasales, las glándulas salivares, la garganta o laringe.

En un periodo de cuatro años ―entre 2014 y 2018― en la isla se reportaron 2,003 casos nuevos de cáncer de orofaringe, mencionó Cristy. En ese mismo tiempo, un promedio de 608 personas murieron a causa de este cáncer.

El cáncer de cabeza y cuello usualmente empieza en las células escamosas que recubren el tejido blando o mucosas de esas áreas, explicó, por su parte, la doctora Elba Díaz, prostodoncista certificada en oncología oral.

Factores de riesgo

Existe un mayor riesgo de desarrollo de la enfermedad en personas que hayan estado expuestas por mucho tiempo al tabaco o al uso de alcohol. Asimismo, la infección con el virus del papiloma humano (VPH) puede incrementar el riesgo de sufrir este tipo de cáncer. Aunque estos tres factores son los más comunes, se pueden controlar, enfatizó la doctora.

“El VPH tiene unas cepas que son bien carcinogénicas y se puede prevenir con la vacuna. Es la única vacuna que tenemos para prevención primaria, específicamente para cánceres”, destacó Díaz, quien también es vicepresidenta de la Coalición contra el Cáncer de Cabeza y Cuello.

Actualmente, el 60 % de los casos de cáncer de cabeza y cuello están relacionados al VPH, de acuerdo con Cristy.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el VPH es la infección de transmisión sexual más común. Se puede contraer al tener relaciones sexuales con una persona infectada, incluso cuando esta no presenta signos ni síntomas visibles. “Es sumamente infeccioso, pero tenemos la vacuna como una herramienta disponible para controlarlo”, sostuvo la especialista.

En el caso de las personas que fuman, estas reciben inicialmente la exposición de los tóxicos en las mucosas de la boca y garganta, luego pasa a los pulmones, señaló la dentista.

“Sabemos que es un factor de riesgo, pero es una enfermedad crónica, es una adicción. La gente se hace adicta a la nicotina de cualquier forma que la use, así sea tabaco de mascar. Es una enfermedad que se debe trabajar de forma simultánea porque también es un factor de riesgo para este cáncer”, dijo Díaz.

Añadió que, si el consumo de tabaco se hace junto al uso de alcohol, se potencia siete veces la posibilidad de desarrollar cáncer de cabeza y cuello.

“Así que si tú bebes, fumas, tienes múltiples parejas sexuales y probabilidad de que tengas VPH en las fosas de la cavidad oral, los factores de riesgo se van sumando”, advirtió la prostodoncista.

Hay otros factores de riesgo adicionales como la edad, sexo y exposición al sol y contaminación con metales pesados. En cuanto a la exposición al sol, la doctora aconsejó el uso de sombreros y bloqueador solar en los labios.

Se puede curar si es detectado a tiempo

La dentista explicó que, si bien este cáncer puede presentar síntomas, los pacientes no se enteran de que tienen la enfermedad hasta que ya es tarde. “Es traumático porque tienen que hacerse radioterapias o quimioterapias. Si lo hubiésemos detectado en etapas primarias, con tan solo sacar el pedazo pequeñito, habríamos curado al paciente”, afirmó Díaz.

Ante esto, recalcó la importancia de que las personas realicen visitas regulares al dentista al menos cada seis meses. Los dentistas, mencionó, pueden detectar cualquier lesión hasta la parte frontal de las amígdalas. Si, por ejemplo, los síntomas se están presentando en la garganta, el paciente es referido a un otorrinolaringólogo.

Entre los posibles síntomas están: manchas blancas, lunar negro o marrón en la boca y llagas.

¿Quiénes pueden vacunarse contra el VPH?

Al momento, la indicación de la vacuna contra el VPH está dirigida a personas entre nueve y 45 años. Lo ideal es que las personas se vacunen antes de comenzar a tener relaciones sexuales y estén expuestos al virus. Ante esto, la recomendación es que la vacuna se administre en edades tempranas, señaló la doctora.

Si la vacuna se administra entre los nueve y los 14 años, los menores reciben una serie de dos dosis. A partir de los 15 hasta los 45 años, para hombres y mujeres, la indicación es de tres dosis. La segunda dosis debe administrarse dos meses después de la primera, mientras que la tercera inoculación debe ser seis meses después.

Para más información, visite a un profesional de la salud para que lo oriente y pueda realizar el referido para vacunarse contra el VPH.