Kobe Bryant llegó el 10 de febrero de 2012 al Madison Square Garden sin saber lo que era "Linsanity".

Esa noche, descubrió en primera fila al fenómeno llamado Jeremy Lin. 

Hoy se cumplen cinco años del impacto que tuvo el jugador, de descendencia china y taiwanés, en la NBA cuando encestó 38 puntos en la victoria de los Knicks de Nueva York sobre los Lakers de Los Ángeles. 

Lin, egresado de la Universidad de Harvard que no fue seleccionado en el sorteo de novatos, tuvo la oportunidad de integrarse a los Knicks, donde el dirigente de aquel entonces Mike D'Antoni le dio rienda suelta. 

Por dos semanas, Lin se robó la atención de los medios y la fanaticada de la liga con sus ejecutorias en la posición de armador. 

Pero fue en el partido de los Lakers contra Bryant que la euforia por el juego explosivo de Lin llegó a su nivel más alto. 

"Las dos semanas fueron surrealista, uno de los momentos más excitantes que he tenido como dirigente de un jugador. Pasó solo en Nueva York, en el escenario que se encontraba. Jeremy, siendo el tipo de persona que era, solo todos juntos jugando contra los Lakers por televisión nacional contra Kobe, la sacamos del parque. Literalmente, la sacamos del parque", recordó D'Antoni. ahora dirigente de los Rockets, en una entrevista con ESPN. 

Más que sus destellos ofensivos, Lin obligó a revisar los prejuicios hacia los atletas asiáticos tanto en la NBA como en los medios de comunicación.

Acabada la mágica corrida, Lin se mantiene vigente en la NBA con estadías en los Rockets de Houston, Lakers, Hornets de Charlotte y ahora con los Nets de Brooklyn.