Por años se ha venido comentando que sobre la disparidad de la Conferencia del Oeste contra su rival del Este en el baloncesto de la NBA.

En el inicio de esta temporada, la diferencia  ha alcanzado otro nivel.

Incluyendo la acción de anoche, apenas tres equipos del Este (Indiana, Miami y Washington) juegan para .500 o más, mientras que el resto de los 12 quintetos tiene marca perdedora. Una situación como esta no se daba desde el 1 de diciembre de 1972 cuando solo dos equipos de la conferencia tenían más victorias que derrotas. Claro está, hay que aclarar que para ese tiempo el Este estaba compuesto de solo ocho equipos.

Por el contrario, en el Oeste, 12 equipos presentan marca ganadora en las primeras seis semanas de competencia.

La gran diferencia queda marcada en la División del Atlántico, en la cual los cinco equipos pertenecientes a esta sección, todos, tienen récord perdedor. Los Nets de Brooklyn (5-13) y los Knicks de Nueva York (3-13) suman 26 derrotas entre los dos, o sea, cinco más si se suman los reveses de los primeros cinco equipos en la tabla de posiciones del Oeste.

En la División del Suroeste, contrario a la del Atlántico, todos sus componentes tienen récord ganador.

En los juegos entre equipos del Este contra los del Oeste, la serie favorece a los occidentales 62-23, un 72.9%.  

Así que no es de extrañarse que, como ha pasado en otros años, equipos del Oeste con récord positivo no clasifiquen a la postemporada, contrario a equipos perdedores del Este que podrían asegurar su boleto a los playoffs.

Ejemplo de esto ocurrió para la postemporada del 2013, cuando el Jazz de Utah (43-39) y los Mavericks de Dallas (41-41), nueve y 10 en el Oeste, respectivamente, tuvieron mejor marca que los Bucks de Milwaukee (38-44), que fueron octavos en el Este y estuvieron en la postemporada. De hecho, los Celtics de Boston con 41-40 finalizaron séptimos en la conferencia oriental.