No hace mucho tiempo en Fajardo, el pequeño Carlos Arroyo era locura con su abuelita Carmen. Hoy, con 28 años de edad, padre y estrella del baloncesto, Arroyo recuerda lo duro que fue su partida. El cáncer se la llevó y dejó un profundo vacío.

Ahora que el jugador es padre de la niña Gabriela, Arroyo dice que no puede imaginarse lo difícil que debe ser que un niñito atraviese por esa terrible enfermedad. Así que no lo pensó dos veces cuando lo invitaron a participar en una campaña publicitaria para ayudar a pacientes de la unidad oncológica del Hospital Pediátrico en el Centro Médico.

“Es parte de mi trabajo, de lo que soy, de lo que tengo que hacer y de la diferencia que puedo hacer. Lograr que alguien pueda sonreír y mejorar el día de alguien significa mucho”, expresó Arroyo. “Uno cuenta las bendiciones que uno tiene, que uno esté saludable, que la familia y la niña esté saludable, es lo más importante”.

La campaña se enfoca en figuras reconocidas que no llevan pelo en la cabeza –ya sea porque son calvos o porque se afeitan– para demostrar que es algo totalmente natural. Así ayudan a la autoestima de los pacientes que pierden el cabello por el tratamiento contra el cáncer. Arroyo, por ejemplo, se rasuró la cabeza y la barba para participar en una sesión fotográfica con algunos niños pacientes de cáncer ayer.

Fue un chiste… para los niños y para los no tan niños. Los pequeños se gozaron la sesión de fotos con el armador del Equipo Nacional y a quien han visto más recientemente en televisión con el uniforme de los Orlando Magic en la NBA.

El primero de los niños que participan de la campañ en fotografiarse con Arroyo fue Carlos Cacho, de 12 años. Al principio estuvo tímido, pero cogió confianza tras compartir una sesión con Arroyo de cómo hacer girar la bola sobre el índice. Luego, Ana Martínez, de 19 años, admitió estar nerviosa, pero lució su sonrisa más pícara. Pero la pequeña Wydalis Vega, de 9 años, se robó el show con una habilidad natural para lanzar el balón y por un besito que marcó en el cachete de un Arroyo ruborizado.

Al compartir con los pequeños, Arroyo mostró un aire paternal. Lució cuidadoso, pausado, más callado. No lo puede evitar. Quizás es la costumbre de pensar más en las responsabilidades y, por supuesto, le aprieta el corazón ver a un niño pasándola difícil.

“Al ver las niñas uno piensa como padre. Obviamente no estoy en esa posición. Pero, veo los padres que están aquí, tratando de estar bien positivos con sus niños y tiene que ser una etapa bien difícil por lo que están pasando. Es triste hablar de eso, pero por eso dije presente para ayudar”, sostuvo Arroyo.

Otros deportistas que han participado de la campaña son Rafael “Pachy” Cruz, armador de los campeones nacionales Capitanes de Arecibo en el Baloncesto Superior Nacional, y el boxeador Miguel Cotto, campeón wélter de la Asociación Mundial de Boxeo.

También han colaborado Oscar Serrano (Grupomanía), Michael Stuart, Papo Rosario (El Gran Combo), el reguetonero Alexis (del dúo Alexis y Fido), el chef Enrique Piñeiro, José Luis Abreu (Univisión) y el reportero de Univisión José Figueroa.

“Desde el año pasado lo quería hacer”, expresó Arroyo. “Para causas como éstas siempre digo presente. Es algo bien bonito. Mi abuelita murió de cáncer y mi familia siempre recuerda eso. Yo siempre he querido hacer algo por esta causa y se me presentó la bendición de poder hacer esto. Para mí significa mucho. Es algo bien positivo que le da mucha alegría a mi familia, al igual que a mí”.