Carlos González: “Hicimos una buena labor defensiva”
Carolina limitó a los Vaqueros a 41% en los tiros de campo en el tercer juego de la serie final.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Bayamón. El dirigente de los Gigantes de Carolina, Carlos González, no tuvo otra alternativa que sonreir por la manera como el equipo respondió para tomar el comando 2-1 en la serie final del Baloncesto Superior Nacional (BSN).
Los Gigantes salieron del Coliseo Rubén Rodríguez en Bayamón, hogar de los Vaqueros, con un abultado triunfo 86-66 en el tercer encentro. La serie se traslada a Carolina para el cuarto desafío el lunes en el Coliseo Guillermo Angulo. Los dos triunfos de los Gigantes en la serie han sido como visitantes.
“Hicimos una buena labor defensiva. Nos pusieron la zona, pero la trabajamos bien, la pudimos atacar, pero la clave fue la defensa”, reaccionó González. “Los limitamos a 41 puntos después de tres parciales, en el cuarto fue el show de Tremont Waters y pudimos abrir el partido”.
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Carolina limitó a los Vaqueros a 41% en los tiros de campo, incluso 29% detrás del arco de tres puntos. En los rebotes, los Gigantes dominaron 43-25.
“Siempre digo que el próximo es el más importante. Este fue importante porque nuevamente recuperamos la ventaja local, ahora tenemos que ir a casa y ganar ese juego. No podemos fallar dos veces, tenemos que salir con la misma intensidad, en los detalles que fallamos, ponerles un poco más de atención y seguir”, afirmó González.
El centro George Conditt abandonó el tabloncillo en los minutos finales del segundo parcial cuando recibió un golpe en la parte posterior de la rodilla izquierda durante una jugada. Conditt salió del camerino para la segunda mitad, pero caminada cojeando.
Al salir del Coliseo Rubén Rodríguez, se le vio con una bolsa de hielo en la zona.
“Estaré bien”, se limitó a decir Conditt.
González, sin embargo, abundó un poco más sobre la condición del jugador que el sábado terminó con 21 puntos, 11 rebotes y dos tapones en poco más de 35 minutos en cancha.
“Tiene 22 años. Todavía huele a nuevo ese carro. La confianza está alta. Enfrentó a Hassan Whiteside y a DeMarcus Cousins, ahora tiene a Ysmael Romero y a Marvin Jones, dos jugadores diferentes que no son de fuerza sino velocidad. Su confianza está en las nubes. Confié en él”, concluyó el dirigente.