Los Ángeles. Chris Paul se reincorpora a los Clippers de Los Ángeles para lo que se anticipa será la 21ra y última temporada del veterano armador en la NBA.

El equipo confirmó la firma de Paul. El base condujo a los Clippers a los playoffs en cada una de sus seis temporadas anteriores con el equipo angelino.

“Chris es uno de los jugadores más influyentes que ha vestido el uniforme de los Clippers, y es apropiado que regrese al equipo en este capítulo de su carrera”, dijo Lawrence Frank, presidente de operaciones de baloncesto, en un comunicado.

Paul, 12 veces All-Star, era agente libre tras disputar los 82 partidos con los Spurs de San Antonio la temporada pasada, convirtiéndose en el primer jugador en la historia de la NBA en hacerlo en su vigésima temporada o más. Promedió 8.8 puntos y 7.4 asistencias, con un 43% de acierto en tiros de campo.

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Paul ya había expresado su deseo de jugar esta próxima temporada cerca de su familia, que reside en Los Ángeles.

Ahora se suma a un plantel veterano que incluye a los recién llegados Bradley Beal, John Collins y Brook López, además de Kawhi Leonard, James Harden y Bogdan Bogdanovic.

“Chris ayudará a reforzar nuestra rotación de bases con su excepcional manejo de balón, capacidad para generar jugadas y su tiro,” agregó Frank.

Paul jugó seis temporadas con los Clippers durante la era conocida como “Lob City”, junto a Blake Griffin y DeAndre Jordan. Fue seleccionado al Juego de Estrellas cinco veces entre 2012 y 2017, y sus 4,023 asistencias aún son la mayor cantidad en la historia de la franquicia. En total, promedió 18.8 puntos, 9.8 asistencias, 4.2 rebotes y 2.2 robos en 409 partidos con el equipo.

Dejó a los Clippers en 2017 para unirse a los Rockets de Houston, buscando un nuevo comienzo y la oportunidad de competir por un campeonato junto a Harden. Pasó dos temporadas en Houston, luego una en Oklahoma City, tres en Phoenix y una con Golden State antes de unirse a los Spurs la temporada pasada, que terminaron en el puesto 13 de la Conferencia Oeste con marca de 34-48.

Los Clippers finalizaron quintos en el Oeste con récord de 50-32, pero cayeron ante Denver en siete juegos en la primera ronda de los playoffs.

Frank había adelantado el sábado que el equipo estaba “considerando seriamente” firmar a Paul, quien se integrará a una rotación de bases que ya cuenta con Harden, Beal, Bogdanovic y Kris Dunn.

Paul vendrá desde el banco.

“Se nos une como base suplente y está entusiasmado por desempeñar cualquier rol que el entrenador Tyronn Lue le asigne”, afirmó Frank. “Quiere ser parte del grupo, y somos afortunados de tenerlo de vuelta”.

Los Clippers buscan preservar a Harden, quien jugó casi 2,800 minutos la temporada pasada, a sus 35 años y en su 16ta campaña en la liga. Consideran a Paul como un seguro ante posibles lesiones que suelen afectar a los equipos durante una temporada regular de 82 partidos y los playoffs.

“La conciencia de rol, especialmente en este puesto en la plantilla, será clave”, concluyó Frank.

Seguirá siendo CP3

Paul volverá a vestir el número 3 en su camiseta con los Clippers, un número que ha llevado durante toda su carrera en la NBA, gracias a la generosidad de su nuevo compañero de equipo, Bradley Beal.

Beal, quien ha usado el número 3 durante toda su carrera, decidió cedérselo a Paul incluso antes de que se confirmara su llegada al equipo, según reveló Frank, presidente de operaciones de baloncesto de los Clippers.

“Una vez Brad supo que existía la posibilidad de que Chris llegara, dijo: ‘Quiero darle mi número’, y creo que Chris aún no lo sabe”, comentó Frank el martes durante una conferencia telefónica. “Es increíble el gesto que tuvo Brad.”

Frank explicó que Beal comprende el valor simbólico que ese número tiene para Paul, quien es conocido mundialmente como CP3.

Paul ya vivió una situación similar la temporada pasada con los Spurs, cuando el alero Keldon Johnson le cedió también el número 3. Desde su ingreso a la liga en 2005, Paul ha mantenido ese número en todos los equipos por los que ha pasado.

Beal aún no ha anunciado qué número usará esta próxima temporada.

Con este gesto, Beal no solo fortalece la química en el vestuario, sino que muestra respeto hacia una de las figuras más icónicas de la liga.