Demasiado de bonito para ser cierto. El aviso que hizo el domingo el director de torneo del BSN, Alfredo Morales, adelantando que durante la noche del domingo o la mañana de ayer emitiría resoluciones sobre varios asuntos pendientes, no se dio antes del cierre de esta edición anoche. 

Y así, cónsono a como se ha movido las cosas en la liga este año, quedan pendiente por conocerse las determinaciones en torno a la protesta que hizo Arecibo la semana pasada por la participación del jugador J.J. Hickson, quien tenía puesto un grillete durante el partido, y en relación a posibles mayores penalidades a los actores de un acto violento suscitado el sábado en Quebradillas.

Así las cosas, esas resoluciones al parecer  se han quedado pilladas en el mismo escritorio en donde está la solicitud de reconsideración de la suspensión del armador Carlos Arroyo por una violación al tope salarial en la temporada del 2015. De hecho, cuando esa decisión sea reafirmada o Arroyo absuelto será algo académico porque el canastero se retiró del BSN tras ser seleccionado para jugar a partir del mes de junio en la liga BIG3.

Primera Hora conversó ayer en un instante con Morales y  dijo que anoche debía emitir la decisión del caso de Hickson, pero al cierre de esta edición su laudo no llegó.

En cuanto al  altercado del sábado en Quebradillas, en el cual estuvieron involucrados los  refuerzos de Arecibo, Jaleel Akindele y Victor Rudd, y a los técnicos asistentes de los Piratas, Manolo Cintrón y Orlando Vega, dijo que los equipos pidieron más tiempo para presentar sus posiciones en cuando a lo que allí sucedió.