Damian Lillard agradece estar “de vuelta en casa” con los Trail Blazers
El lesionado armador que se espera no juegue en la próxima temporada ha firmado con Portland por 3 años y $42 millones.

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Portland, Oregon. A Damian Lillard le cayó en cuenta la realidad mientras conducía de regreso a casa con sus hijos tras firmar su contrato para volver a los Trail Blazers de Portland: estaba regresando a casa.
Sus tres hijos —Damian Jr., de 7 años, y los gemelos Kalii y Kali, de 4— lo acompañaron el fin de semana cuando firmó su nuevo contrato por tres años y 42 millones de dólares con los Blazers. El acuerdo incluye una cláusula de no traspaso y la opción de salir después de dos temporadas.
“Solo saber que voy a estar de vuelta en casa para todas las partes de mi vida, con mis hijos, jugando para los Trail Blazers, conduciendo por las mismas calles que he transitado casi toda mi adultez, con toda mi familia aquí —mi mamá, mi hermano, mis hermanas, todos mis amigos en Portland—... todo eso cuenta. No esperaba que sucediera tan pronto”, dijo Lillard.
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El base habló públicamente sobre el acuerdo por primera vez en una conferencia de prensa junto al entrenador Chauncey Billups y el gerente general Joe Cronin.
Lillard jugó sus primeras 11 temporadas en la NBA con Portland antes de ser traspasado, a petición suya, a los Bucks de Milwaukee antes del inicio de la temporada 2023-24.
Con 35 años y nueve selecciones al Juego de Estrellas, Lillard es una figura querida en Portland, conocido por señalar su muñeca para marcar el icónico “Dame Time” tras canastas decisivas.
Pero su regreso a la cancha del Moda Center tendrá que esperar. Lillard sufrió un desgarro del tendón de Aquiles izquierdo durante la primera ronda de los playoffs frente a los Indiana Pacers, una lesión que requirió cirugía y que probablemente lo dejará fuera durante toda la temporada 2025-26.
Los Bucks lo dejaron en libertad a principios de este mes y redistribuyeron los 113 millones restantes de su contrato en cinco años.
“Le dije que este año será el asistente mejor pagado en la historia de la liga, porque va a estar trabajando todos los días”, bromeó Billups.
Lillard no descartó del todo regresar esta temporada, pero Cronin dijo que el equipo esperará “el tiempo que sea necesario”.
“Mi yo orgulloso pensaría diferente, pero con la edad viene la sabiduría”, comentó Lillard. “Como dijo Joe, al final será lo mejor. Si lo mejor es tomarme el mayor tiempo posible para estar completamente bien, eso haré”.
Esta última temporada, Lillard fue décimo en anotaciones (24.9 puntos) y asistencias (7.1) en la liga, aunque solo disputó 58 partidos debido a una trombosis venosa profunda.
En su última temporada con Portland, promedió un récord personal de 32.2 puntos. Ese año, se convirtió en apenas el séptimo jugador en anotar más de 70 puntos en un partido, al registrar 71 contra los Rockets de Houston.
Durante su etapa con los Blazers, el equipo ganó solo cuatro series de playoffs y llegó una vez a las Finales de la Conferencia Oeste.
Lillard ha insistido en que no guarda rencores tras su salida de Portland. Quería perseguir un campeonato junto a Giannis Antetokounmpo en Milwaukee, mientras que los Blazers optaban por desarrollar a jóvenes talentos como Scoot Henderson y Shaedon Sharpe.
Con un contrato con Adidas y una profunda conexión con la ciudad, Lillard ya había insinuado en un evento en 2024 en la sede de la marca en Norteamérica que podría regresar. Nunca imaginó que una lesión aceleraría tanto ese regreso.
Seleccionado en el puesto 6 del draft de 2012, Lillard posee los récords históricos de la franquicia en puntos (19,376) y triples (2,387), además de cinco partidos de 60 o más puntos.
En su carrera, promedia 25.1 puntos y 6.7 asistencias. Fue Novato del Año en 2013, incluido en el equipo del 75 aniversario de la NBA en 2021 y medallista de oro olímpico en Tokio.
Según Lillard, sus hijos comprendieron verdaderamente la magnitud del regreso mientras iban en el auto con él ese fin de semana.
“Llegué a un semáforo en rojo, me giré y mi hija me estaba mirando, y se lo dije”, relató. “Y ella me dijo: ‘¿Espera… entonces ya no tenemos que tomar un avión para ir a Milwaukee?’”