Danilo Gallinari cuenta cómo fue el momento cuando su esposa fue mordida por un tiburón: “Fue terrible”
El refuerzo italiano se encontraba junto a la madre de sus hijos cuando la atacó el animal en Isla Verde.

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Bayamón. Danilo Gallinari estaba disfrutando en las aguas del balneario de Carolina junto a su hija de cuatro años, su hijo de dos y su esposa embarazada, Eleonora Boi, cuando ocurrió lo inimaginable.
Boi fue mordida en su muslo derecho por lo que Gallinari entiende que fue un tiburón. De inmediato, fue transportada al hospital de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Doctor Federico Trilla en Carolina, donde fue intervenida quirúrgicamente.
Casi una semana después, la periodista deportiva de 39 años recibió el alta médica.
“Estábamos todos juntos en el agua con los niños, así que esa es la parte más aterradora. Fue terrible. Tuvimos suerte de que los niños estén bien porque estaban en el agua. Mi esposa también está embarazada, así que podrían haber pasado muchas cosas malas, pero ella es fuerte y se va a recuperar”, compartió Gallinari a preguntas de Primera Hora después del tercer juego de la final del Baloncesto Superior Nacional (BSN) entre los Vaqueros de Bayamón y los Leones de Ponce.
“Ella está mejor. Pudo regresar a casa ayer (miércoles) después de una semana en el hospital, así que está mejorando. Es un proceso físico y mental, pero estará bien”, abundó.

Gallinari, uno de los tres refuerzos de los Vaqueros, se perdió el primer partido de la serie contra Ponce porque decidió acompañar esa noche a su cónyuge en el hospital. Fue una baja sensible teniendo en cuenta lo que aporta el italiano de 37 años a este equipo de Bayamón. Después de todo, es uno de sus líderes ofensivos con un promedio de 18.9 puntos en 40 encuentros.
Aún así, los Vaqueros lograron abrir la final del BSN con una victoria. Gallinari regresó el martes en la segunda batalla, pero esa noche Bayamón no contó con Chris Duarte por la lesión en la espalda baja que lo dejó fuera por el resto de la serie, y perdieron 90-76 ante los Leones.
“Honestamente, es difícil, pero afortunadamente, una vez que el árbitro lanza el balón, lo único en lo que pienso es en el baloncesto. La preparación y el día antes del juego es complicado porque piensas en lo que pasó. Sé que va a pasar un tiempo antes de que podamos volver a la normalidad y mi esposa y yo olvidemos lo que ocurrió ese día”, comentó el refuerzo cuando se le preguntó cuán complicado ha sido mantenerse jugando con los Vaqueros mientras todo esto está pasando en su vida personal.
Gallinari, quien el jueves anotó 31 puntos en la victoria de Bayamón, relató que fue su propia esposa quien lo animó a regresar a cancha lo antes posible, pese a que continuaba hospitalizada en ese entonces.
“Ella me ha estado diciendo que vaya a practicar, que juegue y que me quede con mi equipo. Vinimos aquí en febrero con la meta de ganar el campeonato. Sabe que ese es mi objetivo y esto es lo que amo hacer. Me dice que estará bien y que solo haga lo que sé hacer, que es jugar baloncesto”, contó.
El veterano canastero también afirmó que esta desafortunada situación tampoco manchará la experiencia que tanto él como su familia han tenido en la isla por los pasados seis meses.
“Esto no cambia mi experiencia en la isla porque creo que la estadística es que una de cada 13 millones de personas es mordida por un tiburón, ¿sabes? Es algo muy desafortunado, pero no cancela nuestra increíble experiencia aquí. Es solo un momento difícil para mi familia, pero nos encanta estar aquí”, sostuvo.
Gallinari ha estado jugando con los Vaqueros desde la primera jornada del torneo. Junto a Chris Duarte y JaVale McGee, es una de las razones por las que Bayamón terminó la serie regular en la cima de la tabla global con una marca de 24-10 y ahora está a solo dos victorias de coronarse campeón.
El próximo juego de la final del BSN será este sábado en el Auditorio Juan “Pachín” Vicens, de Ponce.