El brote de casos positivos a COVID-19 entre jugadores y coaches se ha convertido en un dolor de cabezas para la NBA. Sobre 170 han tenido que ingresar el programa de protocolo y salubridad durante las pasadas semanas.

Eso ha forzado a que los equipos busquen y firmen talentos de la G League para así contar con la suficiente cantidad de jugadores disponibles. Ha sido un remedio temporero, pero la cantidad de juegos que cancelados o pospuestos van aumentando.

Adam Silver, comisionado de la NBA, insiste en que la temporada seguirá su curso. Sin embargo, el dirigente de los Hawks de Atlanta piensa que la mejor alternativa es detener momentáneamente el torneo.

Esa debe ser la ruta”, dijo Nate McMillan a la publicación Atlanta Jornal-Constitution.

“La liga está tratando de seguir. Claro, es una frustración para nostros y para los otros equipos. Pero no hay algo que podamos hacer más allá de seguir las directrices de la liga. Estamos tratando de integrar jugadores para reemplazar aquellos que entran a los protocolos. Es un reto y ocurre en el peor momento para nosotros porque comenzamos una gira de seis juegos en la carretera con una cantidad de muchachos en el protocolo”, agregó.

La NBA y la unión acordaron esta semana que los jugadores podrán regresar después de cinco días en lugar de los 10 después de haber dado positivo al virus.