Como si fuera poco el haber vivido el drama de enfrentar el cáncer, el baloncelista boricua Emmy Andújar lucha en estos días con otra gran prueba, una que no está totalmente en sus manos el poder resolverla.

Andújar, jugador de los Cariduros de Fajardo en el Baloncesto Superior Nacional y del Equipo Nacional de Puerto Rico en diversas convocatorias, cuenta que hace tres semanas comenzó a gestionar un permiso para intentar poder llevar a territorio estadounidense a su padre José Andújar, quien no estuvo a su lado en su etapa de crecimiento porque fue convicto por trasiego de drogas hace 25 años en Nueva York y fue deportado hace 20 años a su natal República Dominicana.

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“Le quiero hacer este favor antes de que se muera. Ahora estoy en una posición de poder ayudarlo y quiero darle esa oportunidad. Todo el mundo merece una oportunidad”, dijo el jugador sobre su padre de 60 años.

Andújar dijo que ya sometió a las autoridades estadounidenses los documentos requeridos y que espera por noticias. Dijo que su padre está bien de salud, pero “solo” en República Dominicana, según lo encontró en una visita familiar que le dio en el 2019.

Emmy relató que la última vez que había visto a su padre fue en una visita que le hizo a la cárcel junto a su madre Migdalia Ortiz, quien es natural de Mayagüez, a y su hermano mayor José. Emmy tenía entonces 6 años.

Recordó que esas visitas esporádicas a la cárcel dejaron de ocurrir y le preguntaba a su madre por qué. Con el tiempo y la madurez suficiente para entender los procesos de las leyes, Emmy dijo que comprendió que dejó de ver a su padre porque había sido deportado a la República Dominicana.

Agregó que nunca más, hasta una visita en el 2019, estuvo en contacto con su padre.

“Mi mamá es mi madre y mi padre, y siempre me habló claro. Llegó un momento en que entendí lo que estaba pasando. Me enfoqué en la escuela, en el baloncesto, en la universidad y mi carrera profesional. Mi papá nunca estuvo a mi lado, pero yo salí bueno. Me pregunto a dónde hubiese llegado si mi padre hubiese estado ahí. Pero uno nunca sabe”, reflexiona.

A Dios gracias, Emmy siguió un buen camino. Se graduó de escuela superior en el Bronx y fue atleta-estudiante en la universidad Manhattan College, con la que fue dos veces al torneo de campeonato de la NCAA. Se graduó con un grado en comunicaciones en el 2015.

Comenzó a jugar baloncesto profesional en Europa en el 2015 y desde entonces se ha establecido en el mercado. Aquí ganó un título en el BSN con los Santeros de Aguada en el 2019. Actualmente juega de refuerzo con el club Real Estelí de Nicaragua en la Liga de las Américas.

Perdió también a su hermano mayor

Su hermano José Andújar no tuvo la misma suerte o el mismo enfoque. José murió trágicamente en el 2012, en eventos como los de su padre, relacionados al tráfico de drogas en Nueva York. Emmy es dos años menor y vivió la pérdida de su hermano mientras cursaba su primer año de universidad en Manhattan College. Emmy lleva tatuada la cara de José en su cuerpo. También lleva su imagen en la foto de presentación de su cuenta de Twitter.

“Mi hermano estaba en las calles. Era el primer bebé de mi papá y un héroe para mí como hermano mayor”, recordó.

José, de hecho, es otra de las razones por las que Emmy quiere poder llevar a su padre a territorio estadounidense, contó el baloncelista, que tiene otros dos hermanos menores por parte de su madre.

Cuando José murió en el 2012, su padre ya estaba deportado. Intentó regresar para despedir a su hijo mayor, pero las autoridades no se lo permitieron entonces, recordó el jugador. No despidió a su hijo por las consecuencias de sus viejos actos.

Ahora Emmy quiere que su padre tenga la oportunidad de despedir a su hijo, aunque sea visitando la tumba.

“Cuando mi hermano murió en el 2012, a mi papá no le dieron la visa. Fue un momento muy difícil. Fue difícil para mí con mi hermano, y más duro para mi papá porque ese era su primer bebé y no pudo ni verlo”, dijo.

Del cáncer, al padre, a visitar su papá

En medio de todo eso, Emmy padeció de un cáncer testicular en el 2018 que amenazó su vida y su carrera profesional. Un cáncer afecta personalmente. En el caso de Andújar, su persona ya estaba comprometida por las pérdidas que había sufrido.

Se sometió a una operación y a un posterior tratamiento de quimioterapias entre abril y julo del 2018. Y en el 2019 recibió noticias de parte de sus doctores de que estaba libre de cáncer. Regresó a juego en Puerto Rico en el 2019 con los Santeros y con la Selección.

Más aún, en el 2020, al año de superar el cáncer testicular, Emmy, junto a su esposa, vivió la linda experiencia de ser padre con el nacimiento de su hija, quien tiene hoy en día dos añitos.

Y en el 2020, en un tiempo libre de temporada, Emmy decidió llevar a su familia a la República Dominicana, para reencontrarse con su padre por primera vez desde aquella última visita a la cárcel en el 1998.

Emmy contó que llegó a él sin el rencor que llegó a tener en algún momento. Agregó que lo encontró en soledad y que, luego de consultar con su esposa, tomaron la decisión hace tres semanas de iniciar el proceso de visado para ver si lo pueden traer de vuelta a Nueva York.

“Quisiera hacerle ese favor antes de que se me vaya”, dijo.