Desde 1992, Venezuela no gozaba de una clasificación olímpica.

En aquel entonces fue el dirigente boricua Julio Toro quien los condujo a su boleto a las Olimpiadas en Barcelona.

Y tal parece que el destino increíblemente tendría escrito otra página en el baloncesto venezolano con las huellas de Toro cuando regresaran por fin a las Olimpiadas tras vencer a Canadá el viernes en semifinales del Preolímpico de Las Américas por margen de 79-78, liderados de la mano de uno de sus pupilos predilectos, el argentino Néstor García.

Precisamente, hoy, García no titubeó en dedicarle el importante triunfo venezolano a Toro durante la concurrida conferencia de prensa, dando crédito a su ‘maestro’ por sus enseñanzas y su apoyo incondicional en esta travesía.

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“Para este torneo he contado con el apoyo de grandes entrenadores como el puertorriqueño Flor Meléndez, que me ha estado aconsejando acá durante los juegos y de (Aleksander) Sasha Djordevic, que está dirigiendo actualmente a Serbia en el Eurobasket y me texteaba a cada trato. Pero principalmente de Julio Toro. Julio es mi maestro, mi papá. Sacó la cara por Venezuela y los llevó a las Olimpiadas en 1992”, dijo García. 

“Como alumno de él parece que el destino marcó que él fuera mi maestro y yo su pupilo y pudiera hacer lo mismo 24 años después. Le dedico esto él. De hecho, Julio me llamó antes del torneo y me dijo ‘ustedes pueden’. Creo que salimos a ganar. Salimos a jugar de igual a igual”.

García también dio crédito a sus jugadores, con quienes lleva tres años laborando desde el 2013 y quienes le compraron la idea de modificar su estilo de juego a uno más defensivo y más organizado en ofensiva para cosechar el éxito que ahora celebran.

“Creo que es un éxito de Dios y de los jugadores. Había inspiración, había compromiso, había alma. Esto no es solo una pelota de básket El mensaje para los jugadores antes del juego fue esto no eran 40 minutos ante Canadá, sino que eran tres años de trabajo cambiando la mentalidad de juego. Cuarenta minutos no eran nada en comparación con todo lo que habíamos trabajado”, indicó García.

“Y ahora estoy inmensamente feliz. Lo que han hecho estos muchachos es impresionante”.