El cuerpo técnico del Equipo Nacional de baloncesto masculino está eufórico gracias a que, al parecer, encontró el componente que hacía falta desde que Daniel Santiago era el centro regular.

George Conditt IV, un joven de 22 años se ha ganado el respeto de los ‘coaches’ y el cariño de la seguidores de la Selección. El canastero fue instrumental para que los Gigantes de Carolina conquistaran el primer campeonato como franquicia del Baloncesto Superior Nacional (BSN) y ahora tiene la encomienda de repetir esa gran gesta con el quinteto nacional, que hace años espera por una figura dominante en el área de la pintura.

Después de Santiago, Peter John Ramos ocupó la posición durante varios años, pero las lesiones y los extensos periodos de inactividad evitaron que tuviera mejores desempeños en el uniforme de Puerto Rico. Jorge Bryan Díaz estuvo presente cuando escuchó el llamado, sin embargo, no fue una fuerza en la pintura.

El técnico de la Selección Nacional, Nelson Colón, entiende que el espigado canastero atraviesa por un gran momento.

“Para George, la postemporada fue un proceso bien grande. El camino lo fue preparando. Primero fue (enfrentó a) Hassen Whiteside, después Demarcus Cousins y luego abusó de nosotros (Vaqueros de Bayamón). El nivel de juego está bien alto, vemos a un George más maduro, consiente de juego, menos emocional”, reaccionó Colón.

En el partido de fogueo el viermes frente a República Dominicana, Conditt ofreció un aperitivo de lo que podría dar durante la Copa del Mundo. El centro fue el mejor anotar del partido con 22 puntos, además recuperó ocho rebotes y tres tapones.

Está más involucrado en crear situaciones de juego, buscando a los tiradores abiertos en las esquinas sin forzar, cogiendo rebotes, dando tapones. Este muchacho va por un camino grande. Todavía tiene mucho para mejorar”, afirmó Colón.

Conditt, por su parte, mantiene los pies firmes en la tierra y reconoce que el cielo es el límite si continúa trabajado con empeño.

“Simplemente salgo para tratar de jugar lo más duro que puedo. No estoy buscando anotar en grandes cantidades. Tuve la oportunidad de aprender de (José) Piculín Ortiz y fue una gran experiencia. Mi mejor baloncesto, nuestro mejor baloncesto, está por venir. Todavía me queda mucho por aprender”, concluyó.