Gian Clavell presentó síntomas de apendicitis antes del partido entre Puerto Rico y Estados Unidos en la tercera y última ventana clasificatoria al AmeriCup 2025 en febrero pasado.

Tenía dolor en el área abdominal, pero lo pudo manejar con pastillas. Jugó y anotó ocho puntos, incluyendo dos triples, en 18 minutos. La Selección Nacional dio la batalla, pero cayó, 72-71, ante los estadounidenses el 20 de febrero.

Clavell y el Equipo Nacional tenían previsto regresar al tabloncillo del Coliseo Roberto Clemente tres días después para recibir a Cuba.

Ese encuentro habría definido cuál de los dos quintetos aseguraba el último espacio para el torneo continental en el Grupo D, pero fue cancelado debido a problemas con los visados de los jugadores cubanos. De haberse llevado a cabo, Clavell quizá no estaría vivo para contarlo.

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“Para serte sincero, yo tenía (síntomas de apendicitis) cuando jugué aquí contra Estados Unidos. Tenía dolor, pero pude jugar con pastillas. Sentía que tenía algo. Me hicieron las pruebas y dijeron que no era apendicitis. Después, me hicieron la prueba de orina y salió como si fuese una infección. Tenía toda el área infectada. Me arriesgué. Me monté en el avión y me pude haber muerto porque se me pudo haber explotado. Yo no sabía que tenía apendicitis”, reveló el escolta de 31 años en un aparte con los medios tras concluir el desafío del sábado entre los Piratas de Quebradillas y los Capitanes de Arecibo en el Coliseo Manuel “Petaca” Iguina.

“Si llegábamos a jugar ese juego contra Cuba, creo que yo no hubiese podido jugar. Tenía mucho dolor. Me dolía y no era solamente ahí (área abdominal). Me dolía al ir al baño, al toser. Incluso, al moverme. No estuviese aquí. Estuviese muerto”, reveló.

El canastero, que milita con los Piratas en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), viajó a España a finales de febrero pasado para cumplir con su compromiso con el club Covirán Granada en la Liga ACB.

Nadie conocía su delicado estado de salud hasta que su esposa, Miriam Muñoz, reveló que estuvo al borde de la muerte y debió ser operado de emergencia, a través de unas historias en su cuenta de Instagram. Clavell presentó complicaciones porque la infección había alcanzado su sangre, lo que provocó una crisis convulsiva febril. El veterano escolta reconoció que estuvo muy cerca de perder la vida.

Historia de la esposa de Gian Clavell, Miriam Muñoz.
Historia de la esposa de Gian Clavell, Miriam Muñoz. (Captura)

“No paraba de tener fiebre, dolor en el estómago, náuseas… Fue un momento bien malo. Estuve cerca de la muerte, cuando llegué allí. Bueno, creo que me fui. Me fui en un momento dado. Me acuerdo que, cuando me estaban atendiendo, tenía una fiebre de 41 °C (105.8 °F) o 42 °C (107.6 °F). Eso es bien alto. La enfermera dijo que no hubiese sobrevivido si no llegaba a estar saludable”, contó Clavell, quien compartió que estaba conectado a siete cables en el hospital.

“Prácticamente, había muerto y me revivieron. Rápidamente me operaron. La infección era muy grave y me estaba llegando a la sangre. El mismo día que llegamos a España fuimos al hospital y me pusieron antibióticos fuertes por dos días, pero no me hicieron nada. Llegó la noche y empecé a tener unos temblores increíbles. Hasta rompí la cama del hospital”, agregó.

Si un apéndice se rompe antes de la cirugía, el paciente puede presentar complicaciones tales como un absceso, una obstrucción en el intestino, una infección dentro del abdomen (peritonitis) y una infección en la herida tras la operación. Por esto, puede ser mortal si no se trata a tiempo.

Afortunadamente, esa difícil situación quedó atrás. Clavell está de vuelta en el BSN con Quebradillas y el sábado fue acompañado a Arecibo por su esposa y su hija.

Tiene planes de regresar a España con el Covirán Granada cuando termine la temporada para que su pequeña continúe sus estudios en ese país, pero aceptó que ve la vida de una manera distinta después de estar al borde de la muerte.

Gian Clavell, aquí en una imagen con el uniforme del Granada en la Liga ACB de España.
Gian Clavell, aquí en una imagen con el uniforme del Granada en la Liga ACB de España. (@CoviranGranada)

“Dicen que cuando pasan esas cosas, te cambian la vida, pero no es que te la cambian; es que piensas diferente con tu familia y eres más agradecido. A veces, como baloncelistas, nos quejamos y la verdad es que vivimos una vida espectacular. Quejarnos es ser desagradecidos, y yo me estoy aplicando mucho a eso. Tengo una hermosa hija, una hermosa esposa, una familia espectacular, mis cosas en España y soy un ejemplo para los niños en Puerto Rico. Yo no me puedo quejar de mi vida”, reflexionó.

Clavell y los Piratas volverán al tabloncillo este martes cuando reciban a los Capitanes en el Coliseo Raymond Dalmau. Quebradillas ya clasificó a la postemporada con marca de 18-12, pero disputó el sábado su primer partido sin el dirigente Juan Cardona, luego de su sorpresiva renuncia.