El joven armador de la Selección Nacional, Iván Gandía, tiene planes de hacer finalmente este año su debut en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), luego de dar sus primeros pasos en el profesionalismo en la liga de Chipre en 2020.

Gandía, quien tenía contrato hasta marzo con el club de baloncesto AEL Limassol, fue liberado del mismo tras la muerte de su progenitora. Por esa razón, el equipo le informó que tras viajar a la isla para su compromiso con el Equipo Nacional, en la ventana de FIBA que concluyó el pasado fin de semana en el coliseo Roberto Clemente, podía quedarse en la isla, ya que de todos modos el conjunto está eliminado de cualquier posibilidad de avanzar a la postemporada, con marca de 1-16.

Gandía pertenece en el BSN a los Santeros de Aguada, quienes lo reclamaron en el sorteo de jugadores de nuevo ingreso previo al inicio de la campaña 2020. Aunque Aguada acordó con los Cariduros de Fajardo cederlo en calidad de préstamo por una temporada, todo indica que su debut en la liga se dará de todos modos con los Santeros.

Es que al momento de iniciar el pasado torneo, Gandía estaba concluyendo compromisos con su universidad en Estados Unidos (North Florida), en la NCAA. Debía reportarse a los Cariduros más tarde en la campaña, pero la pandemia frenó las acciones por ocho meses. Y al reanudarse en la ‘burbuja’ de Río Grande el 10 de noviembre, el boricua ya había conseguido un contrato para jugar en Chipre desde octubre.

Gandía confesó que tal vez no fue la mejor decisión, pero la aprovechó para obtener más aprendizaje. Dijo que el hecho de que todo estaba paralizado por la pandemia el año pasado, lo llevó a aceptar la opción.

“Lo veo como cualquier otra experiencia de aprendizaje. Como dicen, me gusta ser una esponja y observar toda la información que pueda obtener. Desafortunadamente el club al que fui no era el mejor. Ganamos un solo juego. Ya no regreso para allá pues ya nos eliminamos y después de eso de mami (su muerte) ellos mismos me dijeron quédate por allá”, dijo Gandía a este medio.

Iván Gandía, con el balón, estuvo activo en la pasada ventana de FIBA con la escuadra boricua.
Iván Gandía, con el balón, estuvo activo en la pasada ventana de FIBA con la escuadra boricua. (Teresa Canino Rivera)

El armador no se arrepiente de haber ido a dicha liga, que no es precisamente la más reconocida de Europa ni la principal opción de los jugadores que emigran desde el área de las Américas. Pero sí dijo que su consejo a otros jugadores jóvenes es que sean más pacientes al momento de firmar un contrato.

“Para el futuro tengo la experiencia y el aprendizaje de cómo negociar”, dijo, recalcando que no está arrepentido pues ganó experiencia, al tiempo que recordó que no eran muchas las opciones en medio de la pandemia.

Fue durante la pausa forzosa en el BSN, que llegó la oferta y ya en septiembre se estaba reportando en Chipre para cumplir una cuarentena y luego iniciar los entrenamientos.

“A corto plazo después de la ventana me quedaré entrenando un montón en Puerto Rico y tengo planificado jugar en el BSN desde el principio”, dijo Gandía, quien admitió desconocer su estatus pues al no jugar nunca con Fajardo, pensaba que debía jugar todavía en calidad de préstamo de los Cariduros.

No obstante, el propio apoderado de los Cariduros, Félix “Felo” Rivera aclaró a este medio que el préstamo no procede pues de todos modos la temporada 2020, aunque acortada, se jugó y se completó, por lo que Gandía regresa a los Santeros.

La temporada 2021 está supuesta a celebrarse en el verano a partir del 8 de julio según decidió la junta de directores del BSN en una reunión a finales de enero.

En términos generales Gandía quisiera probar suerte en otro circuito profesional del extranjero, y dice que la liga de Chipre tiene buen nivel, pero no así el equipo en que él participó.

“Lo que pasó también es que la liga se vio afectada por la pandemia. De cinco importados que son, cada equipo tuvo solo tres. Y ya después de esos tres, dependían de los jugadores nativos. Y los nativos de mi club estaban en un nivel más bajo que los de otros equipos. Ya veníamos en desventaja en cada juego. Pero los equipos ‘top’ tienen buen nivel”.

Las circunstancias, sin embargo, no fueron del todo desfavorables, pues esto lo obligó a asumir más protagonismo en su equipo y Gandía cree que le sacó provecho para su futuro tanto en el BSN, como en otras ligas profesionales y con la Selección Nacional.

En Chipre tuvo números importantes en su debut profesional, con 13.4 puntos por partido, 5.6 rebotes y 5.1 asistencias en un total de 15 desafíos.

“Al estar en un equipo así, me tuve que convertir y buscar más mis tiros. He tenido que trabajar en cómo crear tiros mejores para mí, aunque a mí me gusta jugar más para el equipo y mover el balón. Si yo puedo crear una consistencia de combinar ambos estilos de juego, creo que me puede ayudar en el futuro”.

Gandía también entiende que ha mejorado en su defensa.

“Es un aspecto que también he mejorado en mi juego. Ya que no soy el más rápido ni nada, me tengo que posicionar en buenos sitios (en la cancha), antes de que ser atlético tenga que ser el factor”.

“Como dije anteriormente estoy siendo la misma esponja de siempre y aprendiendo con leyendas como (Carlos) Arroyo y (José Juan) Barea, y otros jugadores de alto nivel como Shabazz Napier… y Gian Clavell, que lo conozco desde chiquitos”, mencionó, hablando de su experiencia para esta pasada ventana de FIBA en el Clemente, clasificatoria al AmeriCup 2022.

Gandía no niega que se ve a sí mismo ocupando una posición más prominente en el Equipo Nacional en un futuro. Pero no parece apresurarse.

“En verdad uno se lo imagina y todo… pero esto es parte del proceso y me estoy disfrutando esto paso a paso”.