Cuando Iván “Pipo” Vélez fue nombrado el martes como Dirigente del Año, a una de las primeras personas que agradeció fue a Juan Cardona.

“Juan Cardona fue quien sembró la semilla para que yo estuviera aquí hoy. Juan, donde quiera que estés, no te hice quedar mal”, fueron las palabras de Vélez tras recibir el premio de la mano del legendario exentrenador Flor Meléndez.

El gesto se debió a que Cardona fue quien lo recomendó para el cargo en Mayagüez, luego de que este no pudiera aceptar una oferta de los Indios por su compromiso con el programa de la Universidad del Sur de Mississippi.

Vélez tomó a un equipo que venía de una decepcionante temporada en la que fue eliminado en un juego de reto por los Leones de Ponce y lo clasificó a la postemporada del Baloncesto Superior Nacional (BSN) como líder de la Conferencia B con marca de 21-13.

Como la vida da vueltas, su primera prueba como mentor de la tribu en esta etapa del torneo será ante los Capitanes de Arecibo, cuya dirección fue recién asumida por Cardona. Aunque ya se han enfrentado en numerosos juegos de eliminación en categorías menores, esta será la primera vez que se verán las caras como dirigentes en la postemporada del BSN.

“Juan y yo hemos tenido mil guerras. Cuando él estaba en el Colegio Carmen Sol y yo en el Colegio San Benito, pero la familia de Juan es como mi familia. Sus papás, su señora, sus hijos… Toda su familia es familia mía. Será una guerra familiar bonita y competitiva porque cada cual quiere hacer su trabajo de la mejor manera posible”, expresó Vélez en un aparte con los medios locales en la ceremonia de los Valores del Año del BSN.

“Yo no soy amigo de Juan. Él es hermano mío. A veces uno dice la palabra hermano por decirla, pero no. Juan es mi hermano de verdad. Yo estoy aquí por Juan. A Juan lo llamaron para ofrecerle este puesto y él fue quien dijo: ‘No soy yo, es Pipo’. Yo estoy ahora mismo trabajando en una escuela en Morovis (Puerto Rico Bilingual Basketball Academy) y Juan fue también quien me llevó para allá”, añadió.

El sentimiento por parte de Cardona es recíproco. También considera a Vélez un hermano de otra parte, pero afirmó que esta serie no se trata del duelo entre ambos estrategas, sino la batalla que se dará en cancha entre estas dos franquicias.

La última vez que los Indios y los Capitanes midieron fuerzas en la postemporada fue en la final de 2012. Mayagüez derrotó a Arecibo en seis juegos para capturar su primer campeonato en el BSN. De hecho, Pipo fue parte del cuerpo técnico de aquella tribu, pero en calidad de asistente del entonces dirigente de los Indios, Eddie Casiano.

Esta vez, las circunstancias son distintas, pero el objetivo es el mismo. A pesar de que los Indios llegan como los favoritos a avanzar a las semifinales, Vélez reconoce que tendrán que igualar el intenso ritmo de juego que tratará de emplear el quinteto de la Villa del Capitán Correa.

“Tenemos que emparejar la energía que van a traer Arecibo y Juan. El nivel de energía que ellos van a traer es bien alto. Después que tengamos ese nivel de energía, estaremos bien”, señaló el entrenador mayagüezano.

Cardona trata de acelerar el paso de los Capitanes

Sin embargo, estos Capitanes son distintos a los de la temporada pasada. Apenas han disputado cuatro partidos bajo la tutela de Juan Cardona, por lo que aún conservan el estilo de juego implementado por su exentrenador Allans Colón.

El nuevo estratega admitió que no ha sido fácil lograr que el equipo compita al ritmo intenso que requiere su estilo de la noche a la mañana.

“Hay un grupo que me conoce, pero hay otro que no me conoce. Cuando yo llego a Arecibo, hablo de ritmo, frecuencia y consistencia. Muchos me miraron y no entendieron. Es algo que, para ellos tener éxito, todo el mundo tiene que hacer su trabajo. No es que uno puede ser de una forma y el otro de otra manera”, manifestó Cardona.

“Hubo un poco de resistencia al principio, pero, mientras pasan los días, hay mucho más entendimiento y eso se refleja en la energía con la que juegan”, abundó.

El estratega del quinteto arecibeño compartió que jugarán el viernes sin Wilfredo “Willie” Rodríguez, quien sufrió un esguince de tobillo en el desafío del lunes contra los Atléticos de San Germán. Rodríguez es una baja sensible para los Capitanes en el lado defensivo y podría regresar en el segundo o tercer duelo de los cuartos de final.

Mayagüez, por su parte, llegará como una máquina bien aceitada con su trío de refuerzos, compuesto por Sam Waardenburg, Nick Perkins y Alexander Hamilton, quienes se suman para un promedio de 46.1 puntos por cotejo.

Waardenburg ha estado con la tribu desde el inicio del torneo y fue uno de los finalistas al Jugador Más Valioso, pero Perkins y Hamilton entraron en el tramo final con las salidas de Tyrell Harrison y Milton Doyle.

Sam Waardenburg ha sido una figura constante en el elenco de los Indios desde el inicio de la temporada.
Sam Waardenburg ha sido una figura constante en el elenco de los Indios desde el inicio de la temporada. (Suministrada / BSN)

“Mayagüez presenta unos problemas de ritmo. Llevan mucho tiempo juntos. La pegaron con los refuerzos y no han tenido que hacer muchos cambios. Están jugando en flow. Los refuerzos pueden anotar 10, pero también pueden encestar 30 en una noche y dominar el juego a través del pase. Estamos bien conscientes de eso”, sostuvo.

Arecibo tendrá como importados a Brandon Knight, Jamil Wilson e Isaiah Hicks. Este último es quien sustituyó a Jahlil Okafor la semana pasada.

“(Isaiah Hicks) viene a sumar al balance de este equipo. Pienso que es un jugador que puede estar en doble cifra. Puede defender los pick and rolls e incluso intercambiar cortinas en situaciones de emergencia. Ha sido bien receptivo a entender lo que queremos de él”, opinó Cardona.

Vuelve Alfonso Plummer

No obstante, la pieza clave en esta serie podría no ser ninguno de los seis importados que verán acción en cancha, ya que Arecibo contará por primera vez en lo que va del torneo con la participación de Alfonso Plummer, su principal arma ofensiva en 2024.

Plummer viene de disputar la final de la Basketball Bundesliga de Alemania con el club Ratiopharm Ulm, en lo que fue su primera experiencia profesional en Europa. Allí, terminó con una media de 10 puntos, 1.2 rebotes y una asistencia en 44 compromisos.

Alfonso Plummer, al centro, lanza ante Scoot Henderson, a la izquierda, y Deandre Ayton durante un juego de exhibición entre los Trail Blazers de Portland y el club alemán Ratiopharm Ulm.
Alfonso Plummer, al centro, lanza ante Scoot Henderson, a la izquierda, y Deandre Ayton durante un juego de exhibición entre los Trail Blazers de Portland y el club alemán Ratiopharm Ulm. (Craig Mitchelldyer)

“Lo vi mucho más maduro en su juego y en la forma que practica. Nos hace mejor como equipo y nosotros a él como jugador. Es una relación en la que ambos ganamos. Sabemos de lo que es capaz por lo que hizo el año pasado con los Capitanes de Arecibo”, expresó el entrenador sobre la llegada del escolta que promedió 19.9 puntos en su primer año con Arecibo.

“Se está integrando ahora al equipo y tenemos que buscar la manera de no perder nuestro flow, pero no es un desconocido a este sistema. Los muchachos lo recibieron con tremenda actitud y ahora se trata de pelear juntos ante un gran equipo, que está bien dirigido y bien estructurado”, agregó.

La serie particular entre los Indios y los Capitanes terminó empatada a dos por bando.