JaVale McGee celebra en las gradas tras barrer a los Gigantes, pero Bayamón no baja la guardia: “Aquí no ha pasado nada”
Los Vaqueros eliminaron el miércoles a Carolina-Canóvanas en cuatro juegos.

PUBLICIDAD
Canóvanas. Ni siquiera había comenzado el cuarto parcial y ya los cientos de fanáticos de los Vaqueros que viajaron al Coliseo Carlos Miguel Mangual, en Canóvanas, celebraban la victoria de Bayamón.
Faltaban 10 minutos por jugar, pero los aficionados de los Gigantes empezaron a abandonar el recinto al ver que su equipo tendría que borrar un déficit de 21 puntos para forzar un quinto juego en los cuartos de final del Baloncesto Superior Nacional (BSN).
Los Vaqueros no levantaron el pie del acelerador y aumentaron su ventaja hasta 33 puntos para acabar con los de “La C” en solo cuatro partidos.
Relacionadas
El ruido fue ensordecedor cada vez que Bayamón encestó uno de sus triples, y cuando sonó la bocina final, no fue la excepción.
Una vez finalizó el juego, se desató la locura en las gradas del Mangual, y JaVale McGee no dudó en saltar la baranda para celebrar desde el segundo piso junto a la fiel fanaticada vaquera, que se había adueñado del hogar de los Gigantes desde temprano.
Mientras los demás jugadores se quedaron en el tabloncillo, McGee, un tres veces campeón de la NBA, brincó y abrazó a los seguidores de los Vaqueros, que enloquecieron aún más al compartir el momento con su centro titular.
“Terminar con una barrida siempre es algo positivo. No podríamos haberlo logrado sin nuestros fanáticos. A donde sea que vayamos, siempre hay una gran sección de nuestra fanaticada, así que tenía que salir y mostrarles algo de cariño”, dijo el centro de 37 años a preguntas de Primera Hora después del triunfo en Canóvanas.
“Siempre es una locura. Siempre es así para nosotros. Adonde sea que vayamos, los fanáticos siempre están encendidos. En algunas ciudades, tenemos más fanáticos que el equipo local, y eso fue lo que pasó esta noche”, agregó.
McGee, uno de los tres refuerzos que trajo la nueva administración del productor Eric Duars y el exarmador Carlos Arroyo, lo ha visto todo.
Además de ganar múltiples campeonatos en la mejor liga del mundo, el veterano pívot ha compartido camerino con figuras como LeBron James y Stephen Curry, por lo que se pensaría que ya nada lo sorprende.
Sin embargo, tanto él como el italiano Danilo Gallinari y el dominicano Chris Duarte nunca habían vivido una serie de postemporada en la denominada “liga más dura”.
“Muchos de ellos no han vivido esta experiencia. La fanaticada de Bayamón, más bien, la fanaticada boricua es una que da un cariño diferente que otros lugares no tiene. Ellos se han dado cuenta de eso y lo han apreciado mucho”, indicó Christian Dalmau, dirigente de los Vaqueros, sobre la razón por la que McGee subió a los bleachers.
Bayamón barrió el miércoles a los Gigantes con una victoria de 97-64 para avanzar a las semifinales del BSN. McGee fue el mejor de los Vaqueros tras dominar la pintura con un doble-doble de 17 puntos y 12 rebotes.
Gallinari y Duarte también tuvieron un rol protagónico a lo largo de la serie, para la cual Carlos González, técnico de los Gigantes, no encontró respuestas. El dominicano anotó 27 unidades, 14 de ellos en el cuarto periodo, mientras que el italiano fue la constante con un promedio de 16.7 tantos en los cuatro compromisos.
“Ellos se complementan muy bien y los muchachos que vienen del banco lo hicieron muy bien. Con lo físico que se juega aquí, ellos saben que, si una noche no está uno, tiene que estar el otro”, enfatizó Dalmau.
A descansar los Vaqueros
Con la eliminación de los Gigantes, los Vaqueros se convirtieron en el primer equipo en avanzar a las finales de conferencia. De paso, son el único quinteto que ha ganado en la carretera en lo que va de playoffs.
Ahora esperan al ganador de la serie entre los Cangrejeros de Santurce y los campeones defensores Criollos de Caguas, una serie muy física en la que ambos se están sacando chispas. Un hipotético séptimo juego entre Santurce y Caguas se celebraría el próximo miércoles en el Coliseo Roberto Clemente. Así las cosas, Bayamón tendría una semana de descanso.
“Para nosotros, esto nos da una ventaja porque los muchachos pueden descansar uno o dos días. En las series se juega bien físico y se cogieron golpes. La desventaja es que estamos en un buen ritmo ahora mismo y lo podríamos perder en estos días de descanso, pero nos toca a nosotros trabajar eso en las prácticas. El plan es practicar y volver a descansar. Aquí no ha pasado nada todavía. Pasamos a la próxima ronda, pero sabemos que puede pasar cualquier cosa. Santurce y Caguas son dos grandes equipos”, declaró Dalmau.
“Los dos equipos están duros, pero nosotros también estamos sólidos y, como dije, aquí no se sabe lo que va a pasar. Tenemos que prepararnos e ir juego a juego, como hicimos en esta serie”, añadió.

Quizá por primera ocasión en lo que va del torneo, Bayamón no tiene a ninguno de sus jugadores en la lista de lesionados. Nativos como Gary Browne y Javier Mojica volvieron a la rotación en el momento más importante de la campaña.
Lo cierto es que con Browne juegan mejor, pues con él en cancha tienen marca de 19-3, aunque el armador no le presta mucha importancia a esta sorpresiva estadística.
“Ahora tenemos el equipo completo y nadie está lesionado. No habíamos tenido eso en todo el año, y aun así terminamos primeros, así que sabíamos de lo que éramos capaces, pero ahora la gente lo está viendo”, comentó, por su parte, McGee, quien se perdió nueve juegos en la temporada regular por lesión.
Dalmau confirmó que los Vaqueros se tomarán el jueves y viernes libres, pero comenzarán este sábado sus prácticas de cara al inevitable choque con los Cangrejeros o los Criollos.