Pese a ya llevar tres años fuera de la NBA y uno oficialmente retirado del baloncesto, el otrora armador nacional José Juan Barea no ha enterrado sus iniciativas para ayudar a desarrollar baloncelistas en Puerto Rico e impactar generaciones.

Es por eso que ya que su Fundación JJ Barea tiene 15 años, Barea no solo sigue llevando clínicas del baloncesto por todas partes de la Isla sino que ya tiene un plan maestro para los años que vienen.

Hablando con Primera Hora al inicio hoy de su JJ Barea Elite Tour, el exjugador de los Mavericks de Dallas y los Timberwolves de Minnesota en la NBA, así como de los Indios de Mayagüez y los Cangrejeros de Santurce en el BSN, expresó que su compromiso con los jóvenes boricuas nunca terminará.

“Aunque no recuerdo los nombres, son varios los chamacos que han ido a college y han entrado a jugar en el BSN que me han recordado que fueron a uno de mis campamentos. Sin dudas hay que seguir”, destaca Barea.

El JJ Barea Elite Tour inició hoy lunes con jóvenes del área metropolitana en la cancha Rebekah Colberg. Allí también fueron invitados jóvenes y niños con discapacidad intelectual.

Mientras, la gira se moverá este martes a Adjuntas y el miércoles a Florida. Es la primera vez que Barea impacta estos dos pueblos de la Isla. Los invitados a participar en esas municipalidades fueron coordinados por los Departamentos de Recreación y Deportes de dichos municipios, junto al apoyo de sus respectivas administraciones municipales.

“T-Mobile ha sido una vez más el auspiciador que se ha unido conmigo para hacer esto posible. Me encanta el que vayamos a lugares donde no hemos ido antes para poder llegar a jovencitos a quienes no hemos podido acercarnos antes”, destacó Barea.

Barea, sin embargo, elevará su campamento a otro nivel el año que viene. Y es que ya para el próximo verano espera que las facilidades del antiguo Colegio La Merced de Hato Rey, el cual compró para convertirlo en un centro de entrenamiento y hospedería deportiva esté listo para ser la sede de su campamento.

El proyecto que llevará por título Jump, pretende ser un centro de entrenamiento de alto nivel, a la altura de los centros de entrenamientos que tienen los equipos de la NBA en Estados Unidos.

“El plan mío es que el año que viene coordinemos con los municipios y éstos nos traigan a sus jóvenes y niños para las sesiones de entrenamiento e impacto, en facilidades de estilo NBA”, apuntó Barea.

Evalúa su futuro

Mientras ya tiene definido parte del trabajo con su Fundación, y sigue activo como embajador de los Mavericks, Barea admite que está en un proceso de evaluar su futuro en el baloncesto. Destaca que en los próximos meses determinará si progresa en la carrera como gerente general o dirigente de un equipo en el BSN.

“Estaré evaluando si me lanzo nuevamente como coach o como gerente general”, dijo quien fuera dirigente de los Indios de Mayagüez durante media temporada en tiempos en que aún estaba activo en la NBA y quien este año fungió como asesor de los Grises de Humacao, equipo que se mudará para la próxima temporada a Caguas, donde revivirán al equipo Criollos.

“Estaré evaluando las cosas. Obviamente me gustaría ser coach, pero debo ver que sea una situación favorable. Ser coach en Puerto Rico de seguro me preparará para poder obtener otras buenas opciones fuera de la Isla en el futuro”, apuntó Barea, dejando conocer que llegó a ser contactado por los Capitanes de Arecibo cuando tuvieron una vacante en la pasada temporada pero que no pudo aceptar la propuesta porque tenía cuadrados unos compromisos con la NBA y Dallas que hubieran confligido con los partidos.