Los jugadores de la NBA podrían comenzar a sentir en los bolsillos los efectos de la suspensión de la temporada regular por motivo del COVID-19.

El comisionado Adam Silver, junto con los dueños de las franquicias, están contemplando la idea de retener los salarios de los jugadores por los partidos que no se han llevado a cabo a partir del 15 de abril. La NBA tiene el poder de ejercer la cláusula de “fuerza mayor” para conservar los pagos en caso de una guerra, desastres naturales o pandemias. Si se determina poner en efecto el mencionado derecho, los jugadores perderían un determinado porcentaje del jornal por cada desafío suspendido.

Eso no significa que perderán totalmente el dinero si se logra reprogramar los partidos perdidos para completar el calendario de la fase regular. Según varios medios electrónicos, la temporada podría extenderse hasta agosto para que los playoffs puedan celebrarse.

Una decena de jugadores han dado positivo coronavirus incluyendo a Rudy Gobert, Donovan Mitchell, Kevin Durant y Marcus Smart.