San Francisco. Klay Thompson comenzó a nadar en la fría bahía de San Francisco para cambiar las cosas mientras soporta otro año de rehabilitación, esta vez de su tendón de Aquiles derecho, lesión que le sobrevino después de recuperarse de un desgarre del ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda. Ahora realmente es un Splash Brother.

“¡Fue un cambio de vida!”, asegura Thompson. “Fue increíble. Yo estaba como que ‘necesito hacer esto con más frecuencia’. Voy a incorporar eso a mi rutina ahora”, indicó el jugador.

“Tim Duncan nadó toda su carrera y jugó durante 21 años. Estos últimos años me han permitido mirar las cosas y reevaluar cómo entreno y cómo hago dieta, eso es seguro. A medida que envejezco, tengo que hacer todas las pequeñas cosas”, agregó.

Thompson se ha deshecho de la bota para caminar y está conduciendo su auto nuevamente, cosas que no había podido hacer después de la cirugía. Ahora puede levantar pesas y andar en bicicleta estática. Y para su lado cerebral, la estrella de Golden State está encontrando algunas actividades no físicas para volverse más equilibrado durante la rutina de este proceso de recuperación.

“Leo libros, juego al ajedrez y veo muchas películas”, dijo, sonriendo, mientras hablaba con franqueza antes de ver a sus Warriors en un partido en casa ante Utah.

“Antes de lastimarme, me di cuenta de que todos mis pasatiempos giraban en torno a que yo fuera atlético. Estos dos últimos años me han enseñado que necesito conseguir algunos pasatiempos que resalten mi lado creativo porque, desafortunadamente, el cuerpo humano puede volverse contra ti. Me encanta jugar al golf, me encanta andar en bicicleta, me encanta ir de excursión, y no tengo eso en este momento. Tengo que hacer otras cosas y ser paciente conmigo mismo”, contó el canastero.

Thompson no jugó en absoluto durante la temporada acortada por el coronavirus mientras trabajaba de regreso de la cirugía de julio de 2019 por un desgarre del ligamento anterior cruzado en la rodilla izquierda. Sufrió esa lesión en el juego decisivo de la serie final de la NBA en el 2019 contra los Raptors de Toronto.

Luego, en noviembre, se lesionó el tendón de Aquiles jugando en un juego de práctica en el sur de California en una simple jugada de dos dribleos y una elevación, “un movimiento que hago 100 veces al día”.

“Fue muy doloroso. Se siente como si alguien te diera una patada en la parte posterior del talón, tan fuerte como pudiera“, recordó, y señaló lo difícil que es siquiera pensar en ello. “Es mucho más difícil que cualquier juego de baloncesto que haya tenido que jugar”.

Thompson habló con los medios por primera vez desde su última lesión.

“Es mucho más duro que cualquier ejercicio o práctica de acondicionamiento. El costo mental no es muy divertido. Siempre estás adivinando si volverás a ser el mismo jugador que alguna vez fuiste, así que tienes esos pensamientos naturales, pero no puedes dejar que te superen y debes darte cuenta de que esto no es así solo para mí. Muchos atletas han pasado por esto”.

El entrenador Steve Kerr puede palpar lo aliviado que se siente Thompson de estar haciendo avances significativos.

“Cuando hablé con él el otro día, estaba tan feliz de estar fuera de peligro con la bota y poder caminar, moverse con mucha libertad”, dijo Kerr.

“Así que creo que la parte más difícil de esto ya la dejó atrás, creo que se da cuenta de eso y está tratando de hacer todo lo posible para mantenerse positivo, estar cuerdo y continuar trabajando para regresar”, opinó Kerr.

Thompson, de 31 años, no ha hecho ninguna promesa, pero su esperanza es estar en uniforme y listo para la noche de apertura la próxima temporada.

“Absolutamente”, dijo. “Podría ser unas semanas después, tal vez un mes después, pero definitivamente estará orientado hacia el comienzo de la temporada”.