Luego de 20 temporadas en la NBA, en las que cosechó una larga lista de galardones que le certificaron como uno de los mejores canasteros de la historia, Kobe Bryant ocupó su tiempo en labores de filantropía, de negocios y hasta de cine y literatura.

Pero uno de los principales proyectos de su vida era transmitirle a su segunda hija, Gianna Maria, de 13 años su amor y pasión por el deporte del baloncesto, algo en lo que, como casi todo lo que hacía, estaba ejecutando con éxito.

Bryant entrenaba a su hija y hasta fue dirigente de su equipo. Existen en las redes sociales videos de una Gianna menor, jugando baloncesto contra su padre en el gimnasio privado de la fenecida estrella.

En una entrevista con Jimmy Kimmel, Bryant habló sobre dirigir a su hija y sobre cómo trataba de “enseñarle a los chicos lo que es la excelencia”, y que como coach, “tratamos de darles una base sobre la cantidad de trabajo y preparación que se necesita para llegar a la excelencia”.

En 2016, Bryant choca puños con su hija Gianna luego de su último juego en la NBA.
En 2016, Bryant choca puños con su hija Gianna luego de su último juego en la NBA. (Jae C. Hong)

De hecho, en el momento en que la muerte les sorprendió, Bryant se dirigía a un partido del equipo en el que jugaba su hija. Según CNN, Bryant dirigiría a su hija en ese partido en el Mamba Sports Academy de Thousand Oaks, California.

“Ella observa las entrevistas, observa cómo juegan los profesionales y aprende, no solo en los triunfos, sino también en las derrotas difíciles. Sobre cómo se comportan”, le dijo Bryant en una entrevista hace un tiempo al Hartford Courant. “Es grandioso, como padre, poder ver a mi hija obtener inspiración de ellos”.

Durante el mes de diciembre, se le pudo ver a ambos, padre e hija, sentado a orillas de la cancha en un partido entre los Los Lakers de Los Angeles y los Mavericks de Dallas. También se les vio recientemente en otro encuentro entre los Hawks de Atlanta y los Nets de Brooklyn.

En marzo del pasado año, Bryant y su hija Gianna observan un partido de baloncesto universitario de la NCAA.
En marzo del pasado año, Bryant y su hija Gianna observan un partido de baloncesto universitario de la NCAA. (Jessica Hill)

Gianna quería jugar en la WNBA y su padre la veía como su legado, y hasta logró identificar en ella su mismo espíritu competitivo. Y por eso tal vez se encargó personalmente en el desarrollo como jugadora de su hija, tal vez uno de los pocos proyectos que no pudo terminar en esta vida.