La NBA no va a detener su temporada ante el impacto del COVID-19
Un representante de la liga explicó que el calendario fue confeccionado tomando en consideración que algunos equipos se iban a ver afectados por este virus.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Los contagios por coronavirus y los subsecuentes problemas que acarrea esa situación no provocarán que la NBA detenga la presente temporada, precisó Mike Bass, portavoz de la liga.
En un comunicado enviado al canal especializado en deportes ESPN, Bass puntualizó que no hay planes para paralizar los juegos y sostuvo que el calendario se hizo tomando en consideración esta realidad.
“Anticipamos que habría aplazamientos de juegos esta temporada y planificamos el calendario en consecuencia”, dijo Bass según citado en el mencionado comunicado.
“No hay planes para detener la temporada y seguiremos guiándonos por nuestros expertos médicos y los protocolos de salud y seguridad”, agregó el representante.
Desde que la NBA comenzó a publicar semanalmente sus números de pruebas positivas y hasta el 7 de enero, se han confirmado 63 casos positivos de aproximadamente 550 jugadores. Según fuentes de ESPN en la liga, en esta última semana se han registrado un mínimo de siete casos nuevos y más de 20 jugadores han perdido hasta 63 días activos de tiempo para contactar protocolos de rastreo en este periodo.
Contrario a la pasada temporada que culminó en una ‘burbuja’ en el complejo deportivo de Disney World, en Orlando, sin casos positivos a coronavirus, la NBA inició la temporada 2020-2021 jugando en canchas en las que -al momento- no se permite la presencia de público. Esto ha provocado que se hayan registrado casos positivos a este virus, lo que ha causado bajas de jugadores por salud, que se unen a las de los atletas lesionados.
De hecho, la liga ha tenido que posponer dos encuentros. El más reciente fue el de ayer, domingo, entre los Celtics y el Heat.
Para este encuentro, Boston solo contaba con ocho baloncelistas, tras las bajas de siete atletas por coronavirus y dos por lesiones. Mientras, Miami no sabía con cuántos deportistas contaba luego que el base Avery Bradley no pudiera jugar debido a los protocolos salubristas implementados para controlar los contagios de COVID-19.
De la misma forma, los 76ers jugaron con únicamente siete jugadores el sábado en una derrota ante Denver, luego que algunos fueron descartados en conformidad con los protocolos del virus. Y no ha sido el único equipo que ha tenido que jugar sin algunos de sus mejores canasteros.

Todo esto ha causado preocupación entre algunos ejecutivos y jugadores de los equipos, que han señalado que la calidad del juego y el balance competitivo se ha visto comprometido con esta situación. Asimismo, han traído a la atención preocupaciones en torno a los protocolos de rastreo de contactos que aíslan a los jugadores por varios días lo que podría aumentar el riesgo de lesiones al regresar a las canchas y la desconfianza entre miembros de los equipos por temor a un posible contagio.
Ante este panorama, el comisionado Adam Silver se ha comprometido a impulsar los juegos con un mínimo de ocho jugadores por equipo y a tratar de jugar la mayor parte del calendario antes del acceso mayoritario a las vacunas contra el coronavirus.